Además, el caroteno de la hortaliza serviría para la industria farmaceútica y sus fibras para la alimentación humana.
Por: Redacción
Lima, 05 de abril 2013 (Agraria.pe) Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) junto a dos instituciones de Argentina han diseñado un método para producir bioetanol a partir de los desechos de zanahorias y de la fermentación de sus azúcares, según publicó el portal web de Público.es.
“Obtener bioetanol por fermentación es un método muy utilizado con diferentes sustratos orgánicos pero hasta ahora no se había empleado con zanahorias descartadas”, indicó la investigadora del departamento de Química Inorgánica y Química Técnica de la UNED, María Luisa Rojas.
Al respecto, también explicó que a través del procedimiento “ofrecemos una solución sostenible para la reutilización de los descartes. Además, mencionó que “cualquier producto que posea hidratos de carbono, ya sean simples o complejos, puede convertirse en etanol por fermentación alcohólica, es el caso de la zanahoria, que en su composición posee entre 8 % y 10 % de azúcares simples y un 1 % de almidón”.
Las investigación la realizó la UNED, con el apoyo de la Universidad Nacional del Litoral, la Universidad del Centro Educativo Latinoamericano (ambas de Argentina) y el Instituto de Catálisis y Petroquímica (CSIC) de España. Las universidaddes proyectan aplicar el método a gran escala en una planta que estaría ubicada en Argentina, que procesaría de 8 a 10 TM de zanahoria al día, adelantaron.
Asimismo, Rojas indicó que aparte de producir bioetanol, la pulpa de la zanahoria resultante serviría como alimento para animales y se podrían extraer los carotenos (compuestos que le dan el color naranja) para ser usados en la industria farmacéutica y alimentaria. También se podrían aprovechar las fibras de la hortaliza para consumo humano.
Dato
- En 2010 se obtuvieron en España más de 420 mil toneladas de zanahorias, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente. De la cifra total de frutas y hortalizas se descartó un 20%, ya que su forma o tamaño no cumplían con los estándares requeridos.
