El PNT ha logrado instalar 227 tambos a nivel nacional, con lo cual se ha atendido a un millón 700 mil personas.
(Agraria.pe) Funcionarios de la Agencia de las Naciones Unidades para la Alimentación y la Agricultura (FAO), así como representantes de Brasil, México y Corea del Sur evalúan el Programa Nacional Tambos (PNT) que se desarrolla en Perú con la finalidad de establecer su sistematización y replicar esta experiencia en otros países.
El ministro de Vivienda, Construcción y Saneamiento de Perú, Francisco Dumler Cuya, acompañó a la delegación internacional en su visita al tambo Cochapampa, ubicado en el distrito de Vinchos, región Ayacucho, cuyo objetivo fue conocer su funcionamiento y conversar con la población sobre los beneficios que brinda este programa.
“El programa ha alcanzado su etapa de madurez y esto se refleja en que este importante organismo internacional quiera conocer el funcionamiento del tambo para replicarlo en otros países”, destacó.
Los representantes de la FAO recorrieron cada una de las instalaciones y servicios que el Tambo brinda a la población, como educación, salud, servicios de internet, así como los programas sociales como Juntos, Pensión 65, Qali Warma, entre otros.
El PNT ha logrado instalar 227 tambos a nivel nacional, con lo cual se ha atendido a un millón 700 mil personas. El Tambo Cochapampa atiende a 8 mil personas de las zonas más alejadas y dispersas del distrito de Vinchos.
Vivienda Rural
La delegación inspeccionó también en esta zona las unidades habitacionales construidas por el Programa Nacional de Vivienda Rural (PNVR) del Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento (MVCS).
En Ayacucho este programa interviene con 15 Núcleos Ejecutores en el distrito de Vinchos (Huamanga) y en los distritos de María Parado de Bellido y Los Morochucos, en la Provincia de Cangallo.
En conjunto, los Núcleos Ejecutores de Ayacucho invertirán 28.6 millones de soles, de los cuales el PNVR aportará 26.3 millones y los beneficiarios 2.3 millones de soles con mano de obra.
El PNVR construye a cada familia una habitación de 22 metros cuadrados de adobe y cimientos de concreto que le dan resistencia ante movimientos sísmicos. Cuentan con techos, puertas, ventanas y pisos reforzados contra las inclemencias del tiempo. El área podrá ser ampliada posteriormente por el propietario.
“Estas habitaciones mejoran la calidad de vida de la población más alejada y necesitada del país”, afirmó.
