Hace 30 años, en la provincia de Cañete nacíamos sin conocer el agua potable; no había energía eléctrica por los constantes apagones; ni buen acceso a la salud y la educación era un rosario de huelgas de profesores ¿vivíamos de milagro?
Es evidente que, a pesar de todo, avanzamos; y esto debido a que de alguna forma había un ingreso familiar generado por una actividad económica formal o informal. El empleo es la primera necesidad de la familia; si hubiera un buen ingreso familiar se puede pagar salud privada, educación privada, pero si no hay trabajo se da el peor escenario de violencia social y caos político.
¿Cómo fomentar el empleo sosteniblemente? No hay otra forma que promoviendo inversión y ¿cómo se promueve inversión privada desde el estado? La respuesta pasa por hacer infraestructura útil. Por ejemplo, un tren que une ciudades permite un desarrollo urbanístico que sustenta un posterior desarrollo de todo tipo de servicios, entre ellos uno fundamental para el agro: alimentar a las ciudades.
TREN HEMBRA
Hace unos días, el ex presidente Alan García ofreció, desde Cañete, promover el tren de cercanías Lima-Cañete; esto a días después de que Pedro Pablo Kuczynski ofreciera el tren ligero Huacho-Ica. Ambas propuestas conectarían con la red de Metros de Lima.
Los cañetanos debemos pensar en cómo hacer que la integración con Lima Metropolitana sea planificada; caso contrario, estos terrenos se van a llenar de invasiones populares desordenadas, y en muchos de los casos, ilegales. Debemos edificar ciudades modernas, con plenos servicios públicos y viviendas que puedan ser compradas por el poblador común.
Es destacable el respaldo político para el desarrollo de infraestructura ferroviaria en el país. Sin embargo la intromisión política puede tener riesgos en momentos que la empresa Graña y Montero está afinando la presentación de una iniciativa privada para el tren de cercanías Lima-Cañete-Chincha. En este contexto, lo lógico es apoyar la actual iniciativa del privado y tratar de complementar en siguientes etapas los tramos adicionales (Chincha – Ica y Lima – Huaura).
El titular de este artículo no tiene relación con que esperamos que Keiko Fujimori también se pronuncie sobre el tema; sino, porque quiero hacer diferencia del famoso tren que unía a Huancayo con Huancavelica apodado “tren macho” porque “salía cuando quería y regresaba cuando le daba la gana”. Por oposición y a modo de ironía, un “tren hembra” tendría la virtud de tener horarios más acordes con lo que un sistema integrado de transporte necesita.
Tenemos que hablar de un sistema integrado de transporte que permita disminuir las tarifas para el usuario, tener horas ciertas de arribo, mayor seguridad y desde luego planificar el desarrollo urbano de distritos como Imperial, San Vicente, Cerro Azul, Asia, Mala y Chilca en urbes que albergarán a cientos de miles de habitantes con mejor calidad de vida.
El impacto principal del tren para el agro cañetano es que la tierra agrícola del valle antiguo se urbanizará con un mayor dinamismo; sin embargo, no es tarde para recuperar los terrenos eriazos de las Pampas de Concón y hacer la gran irrigación que necesita Cañete, habilitando 20 mil hectáreas nuevas y atrayendo inversiones del orden de USD 750 millones. Solo este proyecto incrementaría el PBI provincial en más del 40%.