Los asociados cuentan con 150 hectáreas de café de las variedades Geisha, Pacamara, Caturra, además de los blend como Caturra, Limani, Bourbon y Catimor, que producen 120 toneladas de café de calidad exportable. Este año, la cooperativa ha exportado 50 toneladas de café a Alemania y 24 toneladas se destinaron al mercado nacional.
(Agraria.pe) La Cooperativa Agraria Cafetalera Industrial Satinaki, ubicada en Perené, provincia de Chachamayo (Junín), asocia a 50 familias productoras del pueblo Miguel Grau.
Los asociados cuentan con 150 hectáreas de café de las variedades Geisha, Pacamara, Caturra, además de los blend como Caturra, Limani, Bourbon y Catimor, que producen 120 toneladas de café de calidad exportable, los cuales cuentan con certificación orgánica, lo que les permite obtener un precio por encima a lo establecido por la Bolsa de Valores.
El gerente general de la cooperativa, David Fundes, destacó que su representada acopia café de 83 puntos de taza a más. En ese sentido, dijo que el café que no supera ese rango es devuelto al productor para que ellos mismos lo comercialicen de manera interna.
Agregó que este año, la cooperativa ha exportado 50 toneladas de café a Alemania y 24 toneladas se destinaron al mercado nacional.
Indicó que el objetivo de la cooperativa es incrementar el rendimiento productivo por hectárea y de esa manera aumentar el volumen. Se estima tener 200 toneladas con certificación orgánica para el 2019.
Té de café
En otro momento, David Fundes dijo que -a través de la agencia del Gobierno Federal de Alemania (GIZ)- la cooperativa también produce té de café, el cual se despacha a Alemania, mercado donde ya se dirigió una tonelada y se espera despachar 4 toneladas más.
“Alemania necesita cáscara de café de mucha calidad, para lograrlo teníamos muchas complicaciones debido a la inocuidad que debe tener dicho producto. La cáscara protege el café verde o pergamino que se exporta, pero esta cáscara lo toman de manera directa en infusiones por lo cual se debe tener más cuidado que el café verde”, explicó.
Resaltó que en ese proceso, el Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), a través del Programa Nacional de Innovación Agraria (PNIA), ha ayudado a la cooperativa en un proyecto de investigación que les permite establecer qué variedades de cafés tienen mayores características organolépticas en la cáscara. Se ha investigado en Catuia, Caturra y Catimor.
Otro ítem que se ha investigado en el proyecto es en que altitud se seca mejor la cáscara de café (a 700 msnm, 1.000 msnm, o +1.400 msnm) y si es mejor secar en secadores solares o camas.
El gerente general de la cooperativa Satinaki indicó que la cáscara de café también cuenta con la certificación orgánica. “Estamos buscando que por cada quintal de café que venda el caficultor, el té le representa un 30% o 40% adicional”, finalizó.
