Académica propone mirar como alternativa a los sisgénicos, es decir, que permite implantar un gen de otro producto pero de la misma familia vegetal de la especie.
(Agraria.pe) El debate sobre los Organismos Vivos Modificados (OVM) puede estar quedándose rezagado ante los nuevos avances que la ciencia ofrece para la mejora de la calidad de los alimentos. Al respecto, la Ing. Liliana Aragón, decana de la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM), estimó que las metodologías que permitan las mejoras genéticas deben ser ponderadas de manera positiva, sobre todo porque hay alternativas que ya han superado a la transgénesis.
“Sé que se ha satanizado mucho solamente lo que son transgénicos, y a veces se generan debates que no construyen, porque deberíamos buscar proactividad y soluciones que la agricultura está requiriendo. Existen metodologías que ya han superado la transgénesis y nosotros seguimos enfrascados en discusiones sobre si los transgénicos están bien o mal. Hay metodologías como el silenciamiento génico que se están aplicando. Pienso que deberíamos buscar esas metodologías”, explicó.
Agregó que una alternativa a la transgénesis son los sisgénicos, que implica la introducción de un gen del mismo grupo o familia vegetal de la especie que se está tratando, así se superarían los cuestionamientos tradicionales a que se introduzcan generes de organismos totalmente ajenos.
Buenas prácticas
Otro aspecto sobre el que la Ing. Aragón llamó la atención tiene que ver con las buenas prácticas agrícolas, sobre todo entre los pequeños productores. “Uno cuando va al campo ve la zona donde se prepara el caldo del pesticida y al costado dejan los envases, frascos, bolsas, etc. Eso contamina el ambiente. Y a veces hay quienes recogen esos envases, los cortan y hasta los utilizan para su alimentación”, refirió.Para cambiar esta realidad, estimó, se requiere del apoyo de las empresas –como ya está sucediendo con el consorcio Campo Limpio-, así como de las universidades y el Gobierno. “Si estas normativas se cumplieran, otra sería la realidad. En la agroindustria, por ejemplo, sí se cumplen, porque existe esta normativa y si no lo hacen no pueden exportar. ¿Por qué para el mercado local no se hace? Porque falta mayor exigencia”, refirió.
