Asimismo, Jimi Joseph, especialista de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, resaltó que el próximo año que el Estado tiene el control total del presupuesto, se espera que tome acciones rápidas ante amenazas a la salud, alimentación, infraestructura, capacitación técnica, información, asociatividad, formalización y apoyo a la comercialización de los pequeños productores
Por Raúl Yaipén Carranza
Lima, 09 Diciembre (Agraria.pe) “Fue un espacio para propuestas”, indicó Jimi Joseph, especialista de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya (UARM), al referirse al I Seminario Nacional de Comunidades Altoandinas, que según el consenso de especialistas, tanto agrícola, comerciales y mineros, ha sentado los precedentes para fundamentar políticas de desarrollo que generen una verdadera inclusión social.
En ese sentido, Joseph destacó la preocupación de las comunidades altoandinas por generar proyectos que impulsen su desarrollo, mejorar su calidad de vida y que a su vez les brinden nuevas capacidades productivas.
Asimismo, precisó que la realización de este tipo de eventos impulsa al establecimiento de ideas prácticas para que el gobierno central, regional y municipal, canalicen mejor sus gastos y actividades.
“Hay que recordar que desde el próximo año, el Estado tiene el control total del presupuesto, se espera que eso permita tomar acciones rápidas, decididas y con perspectiva, ante amenazas a la salud, alimentación, infraestructura, capacitación técnica, información, asociatividad, formalización y apoyo a la comercialización de los pequeños productores”.
Gobierno, asociatividad, conflictos sociales y comercio altoandino
Respecto a la asociación de la inversión privada con el Estado, las Cooperativas, las Cámaras de Comercio, sin excluir la exportación, ya tienen su propio mercado y infraestructura necesaria para generar negocios, en lo que hay que poner énfasis es en generar asociatividad, para que de esta manera se pueda fortalecer la cadena productiva y se pueda desarrollar actividades comerciales”.
Al referirse a los diversos conflictos sociales (marchas y protestas) en el interior del país, señaló que con la negación al diálogo (por parte de los dirigentes) se ha perdido una oportunidad de consulta con los pueblos afectados, para llegar a propuestas y acciones que generen mejoras concretas en la comunidad.
Respecto de las acciones del Gobierno, refirió que “no se pueden solo apagar incendios, si bien es cierto que los grandes proyectos de inversión generan trabajo, no se está atacando la raíz del problema, ni se está haciendo sostenible ningún negocio que permita a los pequeños productores altoandinos mejorar su calidad de vida”.
“En relación al aspecto comercial, se tiene que comenzar a gestionar mercados internos para vender más del 80% de productos que genera el país, protegerlos y desarrollarlos, claro está sin descuidar la exportación y la imagen de ser un país megadiverso, ya que sin producción no hay desarrollo y sin desarrollo no hay democracia”, concluyó.
