(agraria.pe) Los diferentes organismos que hacen a la gobernanza global deben coordinar políticas para que los sistemas agroalimentarios sean más justos e inclusivos, ya que las acciones en este terreno son decisivas para combatir el hambre y la malnutrición y también una palanca clave para alcanzar gran parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) establecidos por la comunidad internacional.
Así lo advirtió el embajador Gabriel Ferrero, presidente del Comité de Seguridad Alimentaria Mundial (CSA), principal plataforma intergubernamental para la lucha contra el hambre, durante un encuentro con destacados especialistas en temas agroalimentarios organizado por el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). Ferrero, de nacionalidad española, fue el orador invitado en una reunión del Consejo Asesor para la Seguridad Alimentaria para las Américas del IICA.
El Consejo está integrado por personalidades con larga trayectoria en la materia, tanto del ámbito político como académico y fue creado en marzo de 2020. Su misión es la de monitorear el impacto de la pandemia de Covid-19 en la seguridad alimentaria de la región, a través de la generación de análisis y recomendaciones que puedan ser útiles para la toma decisiones en diversas instancias de los sectores público y privado.
El Consejo es encabezado por el director general del IICA, Manuel Otero, y está integrado por personalidades como Gloria Abraham (Costa Rica), Chelston Brathwaite (Barbados), Carlos Gustavo Cano (Colombia), Cassio Luiselli (México), Elsa Murano (Estados Unidos), Martín Piñeiro (Argentina), Álvaro Ramos (Uruguay), Roberto Rodrigues (Brasil), Silvia Sarapura (Canadá), José María Sumpsi (España) y Eduardo Trigo (Argentina).
Ferrero, quien con anterioridad fue Director General de Políticas de Desarrollo Sostenible del Ministerio de Relaciones Exteriores de España, explicó que el CSA es el principal organismo de gobernanza mundial en materia de seguridad alimentaria y nutrición y actualmente está integrado por 138 países. También señaló el interés del CSA por mantener una reunión este año con el IICA como anfitrión.
El diplomático explicó que el CSA nació en 1974 y fue reformado en 2009, en momentos de fuertes convulsiones mundiales, cuando aumentos de precios de los alimentos provocaron protestas populares en distintos países del mundo, que evidenciaron situaciones de crisis sistémicas y multicausales que no podían abordarse solo en los niveles nacionales.
Ferrero detalló que el CSA hoy articula voces de los gobiernos, de la sociedad civil, de productores agrícolas y del sistema de Naciones Unidas, que en los últimos años han alcanzado acuerdos acerca de temas cómo cuáles deben ser los principios orientadores de las inversiones sustentables y con impacto positivo, directrices sobre el uso de la tierra para la producción de biocombustibles, empleo del agua, agroecología y otros sistemas innovadores para una producción sostenible.
"Este año -reveló- abordaremos negociaciones que prevemos difíciles sobre directrices para inclusión de mujeres y niñas e igualdad de género en los sistemas alimentarios y el futuro de la juventud. El año que viene será el turno del debate sobre el uso de datos para mejorar la seguridad alimentaria".
Ferrero valoró la decisión del secretario general de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, de convocar a la Cumbre de Sistemas Alimentarios 2021.
"Los sistemas alimentarios sufren una crisis que es anterior a la pandemia de Covid-19, no sólo por el hambre y la desnutrición, sino también por la malnutrición, vinculada con las enfermedades no transmisibles, y por su contribución al cambio climático y su impacto sobre la biodiversidad", consideró Ferrero.
El diplomático dijo que una mejora en la sostenibilidad de los sistemas alimentarios, en su dimensión económica, social y ambiental, es fundamental para alcanzar el cumplimiento de los 17 ODS, que marcan la agenda impulsada por Naciones Unidas de cara a 2030.
Ferrero reconoció que "faltan una acción y un pensamiento sistémicos para facilitar, a través de la provisión de alimentos seguros y nutritivos, la transformación ambiental, rural y económica en todos los países".
"La comunicación entre las autoridades de los organismos es mínima o inexistente. Debemos comunicarnos para saber cómo estamos trabajando y comparar nuestras agendas, porque ya no es un comité el que va a resolver todo, sino lo que yo llamo un colegio de presidentes de comités", sostuvo.
Abogó, en ese sentido, porque los diferentes organismos dejen de abordar los temas de manera aislada y se conecten con la realidad de lo que ocurre en los países.
El resurgimiento de la inflación a nivel global, que impacta particularmente sobre el precio de los alimentos con graves consecuencias sociales; la necesidad de que la transición de los sistemas agroalimentarios hacia una mayor sostenibilidad se haga de una manera justa, sin que el costo recaiga en aquellos que menos tienen; y la necesidad de que haya una mayor comunicación y conexión entre los organismos de gobernanza global y los regionales fueron algunos de los temas abordados durante el espacio de diálogo con los integrantes del Consejo Asesor para la Seguridad Alimentaria para las Américas.
Dato
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