COLUMNA DE:
Angel Manero

Angel Manero

Ministro de Desarrollo Agrario y Riego. Ingeniero Agroindustrial con Maestría en Administración de Agronegocios. Consultor senior en Desarrollo Productivo y Negocios Agrarios.
15 abril 2019 | 11:01 am Por: Angel Manero

VA DE RETRO MINCETUR

VA DE RETRO MINCETUR
En un comunicado a página completa en El Comercio el día de hoy; las empresas azucareras del país (las únicas de la lista de firmantes que podrían pagar tal aviso) protestan por la intención del gobierno de darle una cuota de importación de azúcar, libre de impuestos, a Guatemala de 120 mil TM.  Esta cuota se incrementaría a 400 mil TM en el plazo de 10 años.

Hasta aquí solo parecería una pataleta del Grupo Gloria (posee más de la mitad del área sembrada de caña de azúcar del país) porque a fin de cuentas si dicen ser competitivos pues que compitan con el azúcar importada; la misma que para llegar hasta nuestro mercado debe pagar el sobrecosto del transporte marítimo.

Pero esto que parece “lío de blancos” no es tanto así. Cuando empieza a desaparecer el algodón de nuestra costa, reduciéndose  –en 50 años- el área sembrada en más de 250 mil hectáreas; las áreas dejadas de sembrar se han sustituido: en parte por el crecimiento urbano, otra parte por caña de azúcar, otra parte por cultivos de agroexportación; pero la mayor parte se ha dedicado a producir alimentos. Esta situación aumenta la producción de papa, camote, maíz y otros productos de panllevar; proceso que acompañado de una mayor disponibilidad de agua, en tierras altas, hace que la oferta de alimentos crezca más que la demanda; lo cual es responsable del actual estancamiento de los precios en nuestro agro.

Nuestro agro necesita diversificar más. Perder áreas de caña de azúcar resultará en más producción de alimentos perjudicando de manera general a casi todos los pequeños productores de la costa. Cuando por el contrario la política pública debería favorecer un proceso disruptivo para insertar un cultivo industrial fuerte en nuestra costa y sierra.

A lo anterior también hay que agregar que el azúcar se comercializa mundialmente en un mercado de excedentes, donde los volúmenes que salen a transarse son distorsionados por intervenciones de gobiernos y grandes empresas comercializadoras que liberan stocks periódicamente. De modo que en el azúcar no se puede hablar de un mercado competitivo. Lo mismo sucede con el arroz.

En conclusión VA DE RETRO MINCETUR con la intención de regalar nuestro mercado de forma abrupta. No más concesiones a una competitividad que en este caso es inaplicable. No demos mucho más de lo que recibimos, no vayamos de Guatemala a Guatepeor.