La semana pasada estuve en Piura participando del noveno congreso del mango peruano. Evento que se convierte cada año en la excusa perfecta para disfrutar del calor del norte y su comida, también para los negocios alrededor del mango por cierto. Esta campaña 2010/2011 se viene con buena producción y algo que resalta bastante en el campo: muy buena coloración de la fruta.
No obstante una buena cosecha no necesariamente es sinónimo de buenos ingresos para el agricultor, porque pueden existir riesgos de sobreoferta en los mercados que afecten mucho a los precios. Un mercado saturado de fruta aparte de presionar a la baja el precio, hace que haya mucha fruta almacenada y con maduración avanzada y por lo tanto motiva que la fruta se remate incluso por debajo de los precios deprimidos. Este ciclo pernicioso en una campaña de cosecha que sólo dura 10 o 12 semanas es bastante riesgoso.
Las etapas críticas para el mango son las dos últimas semanas de enero y la primera semana de febrero, tres semanas donde por lo general se exportan 300 contenedores en exceso semanal. El exceso llega aproximadamente a unos 900 contenedores/campaña equivalente a unas 18 mil TM de fruta. Es decir solo el 20% de la oferta de mango puede ser causante del sobreabastecimiento. Este 20% es posible administrarlo, el año pasado se logró buenos resultados, pero no siempre es así.
En notas anteriores había adelantado que el tema de ordenar la oferta del mango va a pasar a través del crecimiento que puedan tener las principales empresas empacadoras y procesadoras (IQF, deshidratado) o a través de los consorcios de agricultores que consigan implementar plataformas de comercialización a mayor escala.
De no existir un mayor y permanente orden en la oferta peruana, el problema del mango se solucionará por si solo en el mediano plazo cuando el mercado haya crecido por lo menos en un 60% de lo que es ahora y este crecimiento se dará por el crecimiento orgánico de la demanda de frutas (aprox. 3% anual) y por la penetración y desarrollo de nuevos mercados, muy en particular el mercado japonés y americano. En este último gracias al efecto que va teniendo la campaña de promoción del "Mango Promotion Board" sobre este tema valdría la pena escuchar al presidente de APEM en el evento de marca país de este lunes 15.
Después de esta visita, estoy convencido que Piura tendrá un camino corto a resolver el problema del mango, en los próximos tres años mucho del panorama actual mejorará, hoy vemos a las empresas más vigorosas que antes: EMPAFRUT creciendo bastante de la mano con Camposol, Sunshine recuperándose de algunos años duros, Agrojugos reflotándose, la misma DIAGRO renovada y lo más interesante el desarrollo de la uva de mesa que complementa en estacionalidad con el mango.
Piura también vive el desarrollo simultáneo de cuatro importantes centros comerciales y aquí vamos a ver en pocos meses a los fundos agrícolas compitiendo con los Malls por el recurso humano. Los salarios sin duda tenderán al alza y aquí uno se pregunta por qué tanto interés en querer regular más el mercado laboral si el mismo mercado hace que los salarios estén por encima del salario mínimo legal.
El tema de la mano de obra en la costa ya se está volviendo en un problema generalizado y puede convertirse en una limitante estructural para la competitividad futura de nuestras agroexportaciones como bien lo comenta Fernando Cillóniz en su columna de Agraria.pe. Esto nos lleva a un tema crucial de política de estado: El desarrollo de las "ciudades intermedias" necesitamos fortalecer urbanísticamente a Sullana, Tambogrande, Chulucanas, Las Lomas etc. para que se conviertan en un imán de atracción de población y donde todos consigan una mejor calidad de vida a través del desarrollo de urbanizaciones populares con vivienda subsidiada. Por lo pronto urge solucionar el problema de la basura en Sullana.