COLUMNA DE:
Angel Manero

Angel Manero

Ministro de Desarrollo Agrario y Riego. Ingeniero Agroindustrial con Maestría en Administración de Agronegocios. Consultor senior en Desarrollo Productivo y Negocios Agrarios.
04 agosto 2012 | 03:02 am Por: Angel Manero

La Verde Esperanza obra en los Impuestos

Sin Imagens

 

Hasta ahora no he encontrado explicación certera al origen de la frase “verde esperanza”. Se supone que es por la primavera. Ahora, qué verde esperanza puede haber en los impuestos. Los impuestos cómo todos sabemos son el sustento de la caja fiscal para que El Estado brinde los servicios públicos y además son una herramienta para redistribuir riqueza y disminuir la desigualdad social.

 

Se puede decir que El Estado ha mejorado en algo su eficiencia en el uso de los recursos de todos los peruanos, sin embargo y qué duda cabe, El Estado siempre es más lento y menos eficiente que un privado para ejercer la misma función. Por esto la importancia del mecanismo de obras por impuestos que permite que empresas privadas puedan abocarse a realizar obras públicas, que previamente han sido priorizadas por los gobiernos regionales, permitiéndose que lo gastado o invertido en estas obras sea descontado de los pagos futuros del impuesto a la renta.

 

Las obras por impuestos son un mecanismo revolucionario si consideramos que la ejecución se vuelve más rápida, y que las empresas ganan mucho en imagen corporativa que linda con lo socialmente responsable. Además una obra se rentabiliza mucho más habiéndose realizado con anticipación (valor presente de los ingresos futuros). Buen ejemplo de esto es la pavimentación de una parte de la ciudad de Piura realizada por el Banco de Crédito.

 

Del mismo modo, el mecanismo de obras por impuestos se va convirtiendo es una poderosa herramienta para adelantarse a los conflictos sociales con la minería. Qué pasaría por ejemplo si antes de empezar el proyecto de explotación, la empresa ya hubiese ejecutado por este mecanismo obras de carreteras, irrigaciones, escuelas y hospitales que beneficien a las poblaciones circundantes. Sin duda es una gran herramienta que merece explotarse más.

 

A lo anterior debemos sumarle una propuesta de modificación legislativa. Qué pasaría si se permitiese que mediante el mecanismo de obras por impuestos, las empresas puedan implementar proyectos de forestación y su mantenimiento en las tierras de comunidades campesinas. Esta propuesta permitiría poner en valor las tierras de las comunidades, que han sido por décadas carentes de inversión privada. Bastará mantener y cuidar por cinco años una plantación forestal para que ésta se logre y no haya riegos de pérdida.

 

Desarrollar efectivamente unas 100 mil hectáreas de bosques, permitiría plantar más de 100 millones de árboles, replicar 12 Granjas Porcón en toda nuestra región andina. Según la tecnología que empleemos podríamos estar hablando de una inversión promedio de S/ 1,500 millones que el Estado asumirá de manera muy progresiva, dejando de recibir parte de los impuestos, pero la riqueza creada permitirá que El Estado recupere más adelante, y de manera holgada, el beneficio que esta industria genere. Se pondría en valor activos hoy en día subutilizados. De esta forma podremos tener una clara razón para comprender el significado de “verde esperanza”.

 

04 de Agosto del 2012