(Agraria.pe) Tras crecer en una familia muy consciente de la salud, el californiano Steve Magami estudió Biología y, posteriormente, inició su carrera en finanzas como inversor de capital privado. Ese camino lo trajo a Perú, donde su cultura resiliente —que le recordaba al país de origen de sus padres, Irán— y el auge agroexportador con productos estrella, como los espárragos y las uvas de mesa, le mostraron una oportunidad excepcional de inversión. Fue así que, en 2012, cofundó la empresa agroexportadora Agrovision, cuya operación se ubicó en el desierto costero de Lambayeque, en el proyecto Olmos. Allí, decidieron enfocarse en el cultivo, investigación, empaque, distribución y comercialización de arándanos, fruto que apenas contaba con unos cientos de hectáreas plantadas, pero que hoy posiciona al país como su principal exportador a nivel global por sexto año consecutivo.
“Tenemos una cantidad significativa de inversiones en nuevas plantaciones [de arándanos] que aún no están maduras. Obviamente, nuestros volúmenes aumentarán relevantemente y eso impulsará que, sin ninguna inversión adicional, haya un crecimiento significativo durante los próximos cuatro años [en la operación en Perú]”, explica el empresario.
Pero deja claro que su foco y única vía de crecimiento está en la producción de arándanos de alta calidad (es decir, premium), que son más grandes, de sabor superior y más crujientes. Para ello, relata que es clave el uso de variedades patentadas de Sekoya. Asimismo, asegura que el uso de inteligencia artificial ha ayudado tanto a mejorar la calidad y predictibilidad de los frutos para asegurar una oferta estable de 52 semanas para sus clientes minoristas, como a hacer más eficiente la cadena de suministro operativa dentro de Perú. Estas innovaciones en infraestructura de tecnología patentada de élite, encabezada por Magami, han significado una inversión de más de US$ 600 millones en los ocho países donde operan desde que se fundó la compañía.
Agrovision ha visto sus frutos crecer tanto en su operación en Perú como en los otros ocho países hacia donde expandió sus cultivos desde hace cerca de tres años y medio. La operación peruana es ampliamente su más grande negocio, con 2.100 hectáreas de arándanos cultivados. El año pasado, la empresa logró exportar más de 28 millones de kilos, un aumento relevante desde el año previo, el cual se vio afectado por el fenómeno de Yaku y también por encima del 2022. Además, en 2024, la agroexportadora también consiguió superar los US$ 400 millones anuales en ventas a nivel global, revela Magami, quien también es el CEO de la compañía, que hoy es la principal exportadora de arándanos premium del mundo, según estimaciones propias.
Siguen creciendo en Perú
El apetito por Perú sigue presente en la compañía. Recientemente, Agrovision adquirió un terreno contiguo a su operación en Olmos, el cual tiene un tamaño de 1.100 hectáreas. “No haremos lo mismo con este terreno. Será algo diferente. Eventualmente, también [cultivaremos] arándanos adicionales allí, pero con tecnología diferente”, dijo y señaló que revelará los planes para este espacio a lo largo de este año. Asimismo, adelantó que está en proceso de concretar este 2025 la expansión del negocio a otra región situada en el sur del país.
En ese sentido, el puerto de Chancay le abre las puertas a la agroexportadora para fortalecer su presencia en Asia, con un tiempo de tránsito cortado a 24 días (antes los envíos podían demorar hasta 40 días). “Vemos que esto es un cambio radical para toda la industria agrícola. Es solo el comienzo. Veremos entonces cómo se traduce esto no solo en China, sino en el resto de Asia. Creo que Perú tiene una gran oportunidad para expandir sus protocolos en Asia ahora que puede llegar más rápido con este nuevo puerto”, explica.
De momento, Estados Unidos se ha convertido en su mercado más grande, con el 55% de los arándanos premium peruanos enviados. El CEO de la empresa asegura que, en ese país, su compañía gana cada vez más reconocimiento con su marca The Fruitist, la cual está presente en canales minoristas. A ese mercado le sigue China, con casi 20% de los envíos peruanos y donde la agroexportadora ha ingresado con la marca Bigsky.
Las apuestas de la compañía están alineadas por el buen momento que atraviesa la industria de arándanos, que sumó 312.195 toneladas exportadas en 2024, un avance de 38% frente al año previo y un nuevo récord, según reporta Proarándanos. ¿Qué es lo que sigue? De acuerdo con el vocero de Agrovision, además del ingreso de los arándanos peruanos a nuevos mercados —a medida que más protocolos sanitarios sean aprobados—, el futuro de este negocio estará marcado por la mayor calidad que ofrezcan las empresas. Así, espera que el crecimiento no se traduzca necesariamente en más hectáreas de cosecha (existen 19.914 hectáreas certificadas en el último año, apenas unas 400 hectáreas más versus el 2023, según Senasa), sino en el reemplazo de arándanos de baja calidad por variedades adecuadas.
“Lo que Perú va a hacer es empezar a reemplazar las variedades [de arándanos] y mejorar la experiencia de consumo, la calidad y la vida útil. Por eso creo que no será tan importante cuánto volumen cultiva Perú o cuántas hectáreas posee. Lo más relevante será cuánto del volumen de alta calidad se exporta. Esta cifra no se informa. Debería informarse de alguna manera. El mercado debería crear un sistema para calificar la calidad y comentar el porcentaje que Perú está exportando de la más alta calidad, alta calidad, calidad media y baja calidad”, agrega.
Más ‘berries’ a la oferta
Los arándanos fueron el producto con el que inició Agrovision en Perú, pero la meta final de la compañía con sede en EE. UU. es “transformar realmente la experiencia del consumidor en el pasillo de frutas y verduras”, aprovechando su presencia a nivel global y su control a lo largo de toda la cadena de valor, relata Magami. Por ello, ya han empezado a cultivar otras bayas que creen que pueden tener el mismo potencial de crecimiento que mostró el arándano.
“Creemos que tenemos una gran oportunidad de aplicar el mismo modelo a otros berries [bayas] y, potencialmente, a las cerezas, que es una industria de más de US$ 50.000 millones a nivel mundial en la actualidad y en crecimiento”, cuenta.
En ese sentido, la compañía ya ha empezado con cultivos de frambuesas, moras, y cerezas; estas últimas en Chile, donde están introduciendo variedades premium patentadas, tras la reciente adquisición de la productora y exportadora ZurGroup. Esta visión de crecimiento de la compañía y su apuesta por los snacks saludables de alta calidad es respaldada por diversos inversionistas, quienes llegaron a dar una valuación de la compañía en más de US$ 1.000 millones, tras una ronda de financiación por US$ 100 millones en agosto pasado, reportó la empresa.
Fuente: Forbes