(Agraria.pe) El mercado mundial de banano no tuvo un buen año en el 2023. La oferta del producto enfrentó limitaciones por la menor producción en distintas partes del mundo, acompañada de fuertes problemas logísticos que redujeron el flujo de la distribución. Además, se observó una demanda bastante apática, particularmente en Europa. A pesar de la escasez de oferta, la falta de interés permitió manejar sin grandes contratiempos esta limitada disponibilidad.
En Perú, los bajos precios obtenidos en los últimos años (desde antes de la pandemia el producto enfrenta un bajo dinamismo) mermaron la rentabilidad de los productores llevándolos a muchos a un punto de subsistencia a fines del 2022. Por ello, al año siguiente se esperaba que la inversión en el cultivo se detuviera, especialmente en la región Piura, que es la principal productora de banano en el Perú.
Y ello ocurrió. Con una menor disponibilidad de producto, el precio comenzó a mejorar a partir de inicios del 2023. Sin embargo, esta mejora no fue suficiente para compensar un grave problema que afectó a todos los cultivos, sobre todo en el norte del país. La llegada del fenómeno El Niño castigó las plantaciones alrededor del valle del Chira, que sufrieron daños directos por las fuertes lluvias, además de daños indirectos producto de la presencia de plagas.
Con El Niño, la calidad se vio fuertemente afectada y los precios siguieron sin ser lo suficientemente atractivos en el mercado internacional, por lo que la decisión de muchos exportadores fue redireccionar la producción al mercado interno, en donde los márgenes eran muy similares y la operación más sencilla. En el 2023, el Perú exportó 146.515 toneladas de banano fresco por un valor de US$ 112 millones, lo que significó una caída de -16% en volumen y -8% en el valor. Con respecto al precio, este mejoró al cotizarse en US$ 0.76 por kilogramo (9% mayor al 2022).
Culminado el año, se generó una profunda incertidumbre sobre el futuro a largo plazo para el banano en el Perú. La diferenciación con el banano de otros países se ha reducido bastante. Por ejemplo, Ecuador ha ido incrementando la producción de banano orgánico de similares características al peruano, generándole una fuerte presión competitiva. Por lo tanto, no se espera que las inversiones hacia este producto regresen pronto.
Dinámica internacional
Europa siguió siendo el principal destino del banano peruano. Lamentablemente para los exportadores peruanos, los mayores productores de la región europea han generado un aumento en su producción. Además, hay que adicionar los grandes problemas de abastecimiento originados por retrasos en el paso a través del Canal de Panamá, lo cual colocó en una posición ventajosa a productores como Costa Rica y Guatemala, que tienen puertos en el Océano Atlántico. A pesar de que el Perú no encontró nuevos espacios en el mercado europeo, sí se generó cierto crecimiento en el precio por su escasez. Esto en especial con la caída de los envíos sudafricanos que generaron cierto impulso en el precio. Al cierre del año, los volúmenes enviados por los exportadores peruanos se redujo en apenas 1%, pero con un crecimiento del 8% en el precio obtenido.
Las exportaciones hacia el mercado estadounidense fueron las más afectadas en el 2023. La disponibilidad del banano hacia este destino aumentó bastante durante, especialmente gracias al crecimiento de la producción ecuatoriana. Además, Centroamérica redirigió mucha de su producción cercana al Océano Pacífico hacia Norteamérica, por la incapacidad de cruzar el Canal de Panamá. Esto generó que la competencia sea más férrea y los espacios se vean cerrados para el banano peruano. Sin embargo, la gran demanda norteamericana permitió que los precios se mantengan relativamente altos. Los envíos hacia el mercado estadounidense se redujeron en 27% en volumen. Con respecto al precio, este se mantuvo 4% mayor al del año anterior.
Asia también se presentó como una región importante para el banano peruano. Corea del Sur se mantuvo como el mayor destino de este continente. Las exportaciones hacia este país también retrocedieron debido al limitado stock peruano, con una caída del 9% en el volumen. Sin embargo, el precio pudo compensar esta caída con un crecimiento de 11%. En Japón, la situación se mantuvo muy parecida al año anterior, con envíos prácticamente similares al del 2022, pero con un aumento del 8% en el precio promedio recibido.
Fuente: Fresh Fruit