15 enero 2020 | 08:44 am Por: Redacción

Cuenta con 20 de las 23 tonalidades identificadas por la industria mundial

CIP Quimsachata es la mayor reserva genética de la alpaca de color del Perú y del mundo

CIP Quimsachata es la mayor reserva genética de la alpaca de color del Perú y del mundo
En este centro de investigación, ubicado en Puno, se efectúa la inseminación y transferencia de embriones para optimizar la producción de fibra y carne, y que sean resistentes al cambio climático.

(Agraria.pe) El Centro de Investigación y Producción (CIP) Quimsachata -ubica entre las provincias de Lampa y San Ramón (Puno)- cuenta con el banco de germoplasma de la alpaca de color más grande del mundo, con 20 de las 23 tonalidades identificadas por la industria mundial.

Las alpacas lucen sus sedosos pelajes a orillas de la laguna Saracocha, la principal fuente de agua de la zona, que genera un especial microclima para la convivencia de estos animales, que desafían temperaturas extremas y ha sostenido por décadas a las poblaciones altoandinas de Puno.

El cuidado y preservación de la mayor reserva genética del mundo está a cargo de los técnicos del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), que inició sus actividades de investigación en camélidos en 1988, con el fin de generar alternativas de tecnologías y de organización.

En el CIP Quimsachata, perteneciente al Programa Nacional de Camélidos, se efectúa la inseminación y transferencia de embriones para obtener camélidos genéticamente mejorados, con el fin de optimizar la producción de fibra y carne, como alternativa de desarrollo económico sostenible para los criadores de alpacas.

“Quimsachata es un centro de referencia a escala nacional e internacional. Aquí, in situ, se puede ver la riqueza biológica de los camélidos; recibimos visitas de delegaciones de estudiantes e investigadores”, refiere el jefe del Programa Nacional de Investigación de Camélidos, Teodosio Huanca.

Proceso de selección
Los científicos que trabajan en el CIP seleccionan cuidadosamente cada ejemplar para el “empadre controlado”, según la raza y color para preservar las diferentes tonalidades, al que se le conoce como “el banco de germoplasma”.

“Hemos hecho visitas a diferentes rebaños para recolectar a las alpacas de color”, cuenta el técnico de campo del INIA, Eduardo Charaja, al recordar sus primeros años de trabajo sobre el rescate de los mejores animales para la colecta de embriones.

Las investigaciones desarrolladas en sanidad, mejoramiento genético, biotecnologías productivas y alimentación han permitido conservar y preservar la variabilidad genética de las alpacas de color en sus dos razas: suri y huacaya, un legado de los antiguos criadores de la alpaca.

Otras mejoras
Paralelamente, en el CIP Quimsachata también se reproducen y desarrollan llamas, vicuñas y guanacos para su mejora genética.

En el futuro, explican los científicos, los avances en las biotecnologías en reproducción y sanidad animal permitirán aportar al tratamiento de problemas de fertilidad en animales de gran valor genético, diagnóstico de nuevas enfermedades, protocolos terapéuticos o la selección de sexo de la descendencia.

De esta manera, la única forma de garantizar la calidad de información de la ascendencia y descendencia de los reproductores será mediante la aplicación de un calendario de reproductores y seguimiento de los niveles productivos.

Programa preventivo
Por medio del programa sanitario preventivo se busca mejorar la alimentación de los animales preñados para tener alpacas resistentes a los efectos del cambio climático, y, de esa manera, evitar la mortandad de crías por enterotoxemia, enfermedad producida por las toxinas de un grupo de bacterias intestinales.

Por ello, se recomienda a los criadores de alpacas la aplicación de un calendario de sanidad respaldada por evaluación permanente de los animales, en especial la relación de incidencia parasitaria.

Entre las principales tecnologías liberadas se tiene el empadre controlado, inseminación artificial, transferencia de embriones, construcción y manejo de praderas, módulos de empadre, cobertizos y uso de concentrados, los cuales ya fueron transferidos a los criadores de camélidos. (Juan Humberto Ccopa Balcona)

Dato

. 6.200 hectáreas es el área del CIP Quimsachata, ubicado en las provincias de Lampa y San Román, a 4.200 metros sobre el nivel del mar.

Fuente: El Peruano


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