24 octubre 2011 | 10:03 am Por: Redacción

Asimismo, propuso creación de parques industriales en zonas cocaleras

CULTIVO ALTERNATIVO COMO MODELO DE NEGOCIO VIABLE MITIGARÍA NARCOTRÁFICO

CULTIVO ALTERNATIVO COMO MODELO DE NEGOCIO VIABLE MITIGARÍA NARCOTRÁFICO

Según Ángel Manero, director del Instituto Peruano del Agro, “el asistencialismo es importante cuando resuelve un problema inmediato (desnutrición, deserción escolar, friaje; etc.). Allí donde se requiere intervención directa y mucha sensibilidad social para no ser indolentes”

Por Raúl Yaipén Carranza

Lima, 24 Octubre (Agraria.pe) En posición de alerta. Según un informe de la revista G de Gestión, desde julio de 2006 hasta abril 2011, la violencia por conflictos sociales en el Perú cobró 153 víctimas frente a los 146 muertos por el narcoterrorismo y según el último informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, que nos coloca como el principal proveedor de coca en el mundo, los conflictos se incrementan en las zonas donde se concentra la producción de hoja de coca (Ayacucho, Huancavelica, Junín y San Martín), situación que mantiene en alerta constante al Estado.

En ese sentido, Ángel Manero, director del Instituto Peruano del Agro (IPA), señaló que la estrategia de lucha contra el narcotráfico debería empezar por el desarrollo de cultivos alternativos (café, cacao; entre otros) enmarcados en modelos de negocios viables, desarrollando la oferta de estos productos, reconociendo su valor en los diferentes mercados externos.

Asimismo, sostuvo que las acciones de cambio se tienen que visualizar como proyectos de sensibilización a largo plazo, “convencer a los productores cocaleros a que voluntariamente cambien de cultivo no es un tema sencillo, primero porque se interrumpe abruptamente su flujo de ingresos y segundo porque alternativas viables como la agroforestería son proyectos que toman algunos años para generar ingresos y puedan llegar a un punto de equilibrio”.

Para Ángel Manero, la solución sería pensar en un desarrollo integral, donde se le entregue al cocalero (previo censo) la plantación del cultivo alternativo y capacite para su instalación y se le otorgue una pensión pecuniaria hasta que el proyecto agropecuario cubra la canasta básica de consumo.

Según el ejecutivo, estas acciones deberían ser implementadas con partidas no reembolsables, lideradas por Devida (Comisión Nacional para el Desarrollo y Vida sin Drogas), teniendo en cuenta a Agrorural (Programa de Desarrollo Productivo Agrario Rural del MINAG) como ejecutor, “si se plantea como deuda entonces el modelo no tendría éxito”.
 
Además, precisó que la cadena productiva de la coca es muy eficiente. “Tiene buena demanda y el centro de procesamiento (que reduce el volumen de carga) está muy cerca de las plantaciones. Estos deberían ser sustituidos por parques industriales (polos de desarrollo con diversas actividades de procesamiento y servicios) ubicados en zonas de comunicación estratégicas con infraestructura para llegar a los mercados.
 
Antiguos problemas, mismas propuestas, nuevo Ministerio

Si bien es cierto, en los últimos cinco años el Perú ha tenido una mejora progresiva en los índices de pobreza, pasando de 54,8% en el 2001 a 31,3% en el 2010, tenemos alrededor de diez millones de personas que viven en esa situación y más de 54% se encuentra en el nivel rural. Según indicó Kurt Burneo, ministro de la Producción se mantienen brechas como la desnutrición crónica que solo disminuyó 7.5% desde el año 2000 y según el INEI, la línea de pobreza extrema se encuentra en S/.148 mensuales por miembro de cada familia.

En ese sentido el gobierno no ha encontrado mejor manera para darle solución a estos y otros problemas sociales en el Perú que crear un nuevo ministerio al que ha denominado MIDIS (Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social) que estará a cargo de  Carolina Trivelli, que fue presentada en la ciudad del Cusco, en la primera reunión descentralizada del Consejo de Ministros (21.10.2011).

Ante la designación, el presidente del IPA calificó a la nueva funcionaria como una académica desatacada, con un perfil apropiado para armar estrategias, políticas, objetivos y planes que requiere este ministerio. Al mismo tiempo destacó sus capacidades para implementar reglamentos de organización, funciones y armar la estructuras.

Sin embargo, Manero señaló que después de los primeros seis meses de planeamiento deberá pasar rápidamente a la ejecución y “allí hará falta un viceministro experimentado en gestión pública”.
 
Del mismo modo, el ejecutivo recomendó que este nuevo ministerio no asuma el desarrollo agropecuario rural, “pues esto lo debe seguir manejando el MINAG ya que tiene una OPD especializada como Agrorural (a menos que la absorba)”.

Respecto de los problemas de desnutrición infantil, estos deberían combatirse con una buena alimentación en guarderías y colegios. “Teniendo en cuenta el gran programa de alimentación popular que requiere nuestro país y que sería bueno para el agro. No debe desalentarnos lo mal organizado que está el PRONAA (Programa Nacional de Asistencia Alimentaria)”.
 
Emergencia actual y futuro emprendedor

Para el ejecutivo, el nuevo ministerio y la gestión pública en general, deberían contemplar dos escenarios. El de emergencia actual y el de futuro emprendedor. “No debemos sorprendernos de hablar de asistencialismo, este es importante cuando resuelve un problema inmediato (desnutrición, deserción escolar, friaje; etc.). Allí donde se requiere intervención directa y mucha sensibilidad social para no ser indolentes”.

“Pero paralelamente, sería importante pensar en el desarrollo de capacidades y fomento del emprendimiento. Pero estos programas deben empezar con aquellas personas que están mejor integradas a la economía de mercado. No pretendamos dar capacidades, donde existen emergencias primarias”, concluyó.

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