(Agraria.pe) Perú Barriga Nieves (Pebani) es una empresa familiar con 26 años en el mercado dedicada a la producción y exportación de plantas medicinales, materias primas e ingredientes naturales en diversas presentaciones (trozadas, extractos hidro-alcohólicos, en polvo, líquidos, cremas, capsulas, filtrantes); utilizados para la industria de alimentos, funcionales, nutracéutica, cosmética y de curtiembre.
Agraria.pe conversó con el gerente general de la empresa, César Barriga Ruiz, quien destacó que su representada nace con la inquietud de conservar el bosque, aprovechando sus recursos, pero sin destruirlo. Algunos datos que lo llenan de optimismo es que estas operaciones han permitido cultivar 200 hectáreas, recuperar 16 hectáreas de bosques, y son 4 regiones las impactadas bajo este manejo sostenible.
“El bosque no solo ofrece madera también ofrece raíces, hojas flores y frutos. Incursionamos básicamente en lo que son plantas medicinales, comenzamos con uña de gato, luego ampliamos el número de especies como chuchuhuasi, sangre de grado, chanca piedra, tahuari, entre otros”, comentó.
Agregó que su representada trabaja con familias de agricultores y comunidades nativas como socios estratégicos, promoviendo la producción ecológica, la responsabilidad ambiental y social, manteniendo prácticas comerciales justas (trato y precio justo) y protegiendo el medioambiente natural. Además, brinda el servicio de asesoría y consultorías integrales a medida en diversos proyectos de impacto ambiental por el quehacer de las distintas industrias.
“Nosotros le damos insumos como herramientas y maquinarias a los productores y pagamos el precio de mercado en campo. Nos preocupamos por el traslado y papeleo para transportar esos productos y poder exportarlos, ya que todo producto silvestre tiene que tener un plan de manejo aprobado por el Serfor o el Gobierno Regional”, detalló.
La misión de la empresa es fomentar el desarrollo de productos orgánicos, cuidando el medio ambiente y el desarrollo de los agricultores con el fin de ofrecer y mantener un suministro de productos peruanos nativos de alta calidad al mercado internacional.
“Pebani tiene como visión ser la principal empresa peruana en apertura de mercados internacionales a la gran variedad de productos peruanos nativos manteniendo el desarrollo justo y sostenido de los agricultores y comunidades involucradas en su producción”, sostuvo.
Agregó los productos cumplen con los estándares internacionales de calidad tales como GMP, HAACP, etc. según lo requieran la FDA, la CE y las autoridades sanitarias en diferentes mercados a los que llegan como Argentina, Estados Unidos, Canadá, Países Bajos, España, República Checa, Polonia, Japón, Italia, México, entre otros.
Resaltó que su representada trabaja con 6 comunidades, entre las que destaca la Comunidad Nativa Shipibo-Conibo de Vista Alegre en Ucayali, y las comunidades El Milagro y Dinamarca ubicadas en Oxapampa (Pasco).
“Para recompensar el apoyo que recibimos de las comunidades nativas y pequeños agricultores establecemos un precio justo y también ofrecemos nuestro apoyo a través de contribuciones de medicamentos, libros, ropa, herramientas. El objetivo es desencadenar un desarrollo integrado e impacto positivo en su vida diaria en Salud, Educación y Bienestar”, manifestó.
Retos
César Barriga, destacó que uno de los retos para dinamizar estos productos (cuyas exportaciones no llegan ni a US$ 10 millones) consiste en su promoción. Sin embargo, no se permite hacer publicidad indicando los usos tradicionales para que las personas conozcan sus propiedades.
“De qué sirve tener una amplia biodiversidad si no la pones en valor y no generar ingresos. Es por eso que el poblador de la selva seguirá talando y quemando el bosque para producir papaya, plátano, yuca o coca, a pesar del potencial que tenemos”. manifestó.
Además, dijo es necesario contar con nuevas certificaciones (actualmente cuentan con la certificación de Biocomercio otorgado por PromPerú), por lo que buscan sacar una certificación orgánica a nombre de Pebani, de Comercio Justo, también una certificación para cosecha silvestre; así como otras certificaciones que solicitan mercados destinos específicos como Kosher, Halal.
En cuanto al tema jurídico, dijo que la nueva Ley Forestal, a pesar que es favorable, debe adecuarse más a la realidad del productor. Sobre el protocolo de Nagoya, que establece la entrega del 5% del total de las ventas brutas a las comunidades autoras de las aplicaciones de los usos tradicionales, a su juicio es un exceso.
“Ahí está el costo de la materia prima, el procesamiento, los impuestos, la ganancia, es demasiado”. Desde su perspectiva, lo aceptable es la repartición del 1% de las ventas brutas como lo vienen realizando otros países en el mundo.
Agregó que la condición es que estos recursos sean administrados directamente por los privados y no entregados a través del Ministerio del Ambiente o de Agricultura, ya que no habría seguridad de que realmente se entregarán a quienes lo necesitan.