13 noviembre 2025 | 10:47 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Reflexiones tras su participación en el IBO 2025

El camino sostenible para el arándano es generar demanda primero y después satisfacerla

El camino sostenible para el arándano es generar demanda primero y después satisfacerla
Sobre el liderazgo de Perú como principal exportador mundial, Miguel Bentín, presidente de Proarándanos, subraya la importancia de mantener una visión de largo plazo: «No se trata solo de volumen, sino de fortalecer la reputación colectiva del hemisferio sur.

(Agraria.pe) Ciudad del Cabo (Sudáfrica) fue escenario de la Cumbre de la Organización Internacional del Arándano - IBO 2025, un evento que llegó tras años de intensa actividad en el sector del arándano y que, según Miguel Bentín, presidente de Proarándanos, tuvo una relevancia especial.

«Aprendimos sobre el concepto de ubuntu —'Soy porque somos'—, que refleja perfectamente las necesidades actuales del sector: debemos colaborar, alinear intereses y fortalecer el trabajo en red a nivel global», afirmó, subrayando la importancia de la unión para el futuro de la industria.

Recordando la cumbre de 2015 en Coffs Harbour, Australia, Bentín citó las palabras de David Hughes, especialista internacional de marketing alimentario: «No dejen que los arándanos se conviertan en bananas». Para el presidente de Proarándanos, esta advertencia es más pertinente que nunca: «Si todos producimos lo mismo de la misma manera, el arándano se convierte en un producto genérico. El reto es innovar y diferenciarse».

Durante la última década, el hemisferio sur ha sido el motor del crecimiento global. Bentín reconoce que Chile fue pionero en demostrar que la industria podía ser moderna, competitiva y sostenible, seguido por Argentina, Uruguay y posteriormente Perú, que llevó la producción a una escala superior.

«La capacidad productiva, la eficiencia logística y la complementariedad regional han transformado el consumo mundial: ahora el arándano está disponible todo el año y la demanda sigue creciendo, pero el reto es hacerlo con inteligencia y propósito común», resalta.

Según datos de RaboResearch, entre 2010 y 2024, las importaciones estadounidenses de arándano se triplicaron y las de la Unión Europea se duplicaron, todo ello sin que los precios se desplomasen. Para Bentín, esto demuestra que «la presencia constante en los estantes de las tiendas durante las 52 semanas del año ha sido clave para consolidar los hábitos de consumo».

No obstante, el mercado estadounidense sigue muy concentrado: el 10 % de los compradores representa el 46 % de las ventas. «Esto indica que aún hay margen para crecer en penetración de mercado y no solo en volumen», señala. «Ampliar la base de compradores y diversificar canales y segmentos será fundamental para un crecimiento sostenible e inclusivo.»

Bentín advierte que aumentar la demanda forzando la oferta es costoso y menos estratégico. «Cada sobreoferta puede impulsar el consumo, pero a costa de la rentabilidad. El camino sostenible es generar demanda primero y después satisfacerla», explica. Para ello, la promoción focalizada y coordinada se convierte en una inversión esencial: «No se trata solo de comunicar, sino de educar al consumidor y reforzar la confianza».

El presidente de Proarándanos destaca que los arándanos están alcanzando nuevos espacios, como los pasillos de snacks y productos infantiles, bajo el concepto de snack saludable, lo que amplía las oportunidades de consumo. «El reto es diversificar el posicionamiento para llegar a nuevos públicos», afirma.

En cuanto a la producción, insiste en que cada nuevo origen debe aportar valor y que «no hay lugar para frutas indiferentes». El desarrollo genético y la tecnología son fundamentales para seguir siendo competitivos. «El futuro del arándano será diverso, flexible y alineado con los hábitos de consumo», asegura.

Sobre el liderazgo de Perú como principal exportador mundial, Bentín subraya la importancia de mantener una visión de largo plazo: «No se trata solo de volumen, sino de fortalecer la reputación colectiva del hemisferio sur. La siguiente etapa será medida por nuestra capacidad de innovar y consolidar valor año tras año». Chile, por su parte, sigue aportando experiencia y cultura agrícola, elementos esenciales para el futuro del sector.

Asimismo, Bentín destaca el crecimiento de nuevos centros como Sudáfrica, Zimbabue y Namibia, y la relevancia de Marruecos para Europa. Brasil, Colombia y Ecuador también están impulsando proyectos exportadores, pero advierte: «Ya no basta con estar presente; hay que aportar valor».

Finalmente, recuerda la dimensión humana del sector: «Cada mejora técnica se traduce en bienestar y desarrollo. Los arándanos generan empleo formal, dinamizan las economías rurales y ofrecen al mundo un alimento saludable. Vendemos salud y la producimos. Es una industria con impacto positivo y multidimensional, capaz de mejorar vidas y comunidades mientras nutre al mundo».

«La historia del arándano la estamos escribiendo nosotros. Lo que hagamos hoy definirá el valor de la fruta en el futuro», concluye el presidente de Proarándanos.

 

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