(Agraria.pe) El Ministerio de Desarrollo e Inclusión Social (Midis) resaltó la labor de la mujer rural, quien tiene cada vez mayor protagonismo en los procesos de inclusión social y económica, como se aprecia en la implementación y ejecución de los proyectos productivos que financia el Fondo de Cooperación para el Desarrollo Social (Foncodes).
En sus roles de usuarias, integrantes de los Núcleos Ejecutores, lideresas o socias de emprendimientos rurales inclusivos promovidos por los proyectos Haku Wiñay en la sierra y Noa Jayatai en la selva, o como yachachiq, las mujeres rurales cumplen un papel significativo en la lucha contra la pobreza, más allá de su condición de hija, madre o esposa.
En los 236 proyectos productivos Haku Wiñay y Noa Jayatai aprobados en el 2021 y en ejecución, el 56 % de los jefes de hogar son mujeres. Pero hay jurisdicciones en los que la cifra se eleva, a 71% en Amazonas, 65% en Huánuco y 61% en La Libertad.
La participación de la mujeres en negocios rurales promovido por Foncodes es igualmente significativa, en emprendimientos de artesanía, crianza y comercialización de cuyes, producción y venta de miel de abeja, producción y comercialización de hortalizas orgánicas, panadería, servicios de preparación y venta de comida, entre muchos otros, en donde intervienen también mujeres de comunidades nativas quechuas, aimaras, shipibo-conibo, awajún, asháninkas, entre muchas otras de las zonas andinas y de la selva, que trabajan en la autogeneración de ingresos.
Así, el 57 % de los integrantes de los 2.938 grupos de emprendimientos rurales generados entre los años 2019 y 2020, son mujeres. Y el 44.5 % de estos negocios son dirigidos por mujeres (ejercen el cargo de presidentas).
Pero, además, la proporción de mujeres que integran los órganos representativos de los Núcleos Ejecutores, es decir, aquellas que dirigen la implementación de los proyectos en caseríos, anexos y centros poblados rurales equivalen al 20%, cifra que reafirma su compromiso por el bienestar de sus familias y el desarrollo de sus comunidades, en el marco de las políticas de lucha contra la pobreza que impulsa el Estado.
Haku Wiñay y Noa Jayatai (Vamos a Crecer, en idiomas quechua y shipibo-conibo) desarrolla capacidades productivas y la gestión de emprendimientos, impulsando la inclusión económica sostenible de los hogares rurales con economías de subsistencia. Para este objetivo estratégico, se tiene cuatro componentes: fortalecimiento de los sistema de producción familiar, mejora de la vivienda saludable, promoción de negocios rurales inclusivos, y fomento de capacidades financieras.
La implementación de esas líneas de trabajo está a cargo los yachachiq (talentos rurales de las comunidades que tienen conocimientos, experiencia, habilidades y destrezas), quienes brindan capacitación, asistencia técnica y acompañamiento a las familias usuarias. De los 1.501 yachachiq productivos que trabajan en los proyectos aprobados el 2021, 387 son yachachiq mujeres, es decir, el 26 % de total.
Esta cifra muestra también cómo la mujer rural está contribuyendo a la lucha contra la pobreza en las comunidades rurales.