Gestión de recursos naturales y de la biodiversidad biológica de forma sostenible es la otra gran meta del sector, cuyo desarrollo ha venido guiado por el trabajo en 12 campos de acción según las características y necesidades de cada región natural del país.
(Agraria.pe) Si bien la actual administración gubernamental está llegando a su término, las líneas de acción sectoriales van quedando marcadas, especialmente en campos como el agrario donde se necesitan políticas de largo plazo. Así, en la presentación “Política Agraria y Rendición de Cuentas” de la actual gestión del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) se informó que el Plan Estratégico Sectorial Multianual del Sector Agricultura y Riego 2015-2021, establece dos objetivos estratégicos para el próximo quinquenio: la gestión de recursos naturales y la biodiversidad biológica de forma sostenible, y el incremento de la competitividad agraria y la inserción en los mercados, poniendo especial énfasis en el pequeño productor agrario.
En ese marco, el documento reseña 12 campos de acción guiados por la Política Nacional Agraria. Se consideran de esta manera el manejo sostenible del agua y suelos; el desarrollo forestal y de fauna silvestre; la seguridad jurídica de la tierra; infraestructura y tecnificación del riego; financiamiento y seguro agrario; y la innovación y tecnificación agraria. También se incluyen la gestión de riesgos de desastres, el desarrollo de capacidades, la reconversión productiva y diversificación; el acceso a mercados, la sanidad agraria e inocuidad alimentaria y el desarrollo institucional.
Esta especie de ‘hoja de ruta’ que ha seguido el Minagri de la mano del ministro Juan Benites, resalta también que durante la gestión del presidente Humala el sector ha desarrollado estrategias diferenciadas según las características de cada región natural del país.
De esta manera, por ejemplo, apunta que en la costa se trabajó especialmente en proyectos de infraestructura hidráulica, diversificación de mercados internacionales, reconversión productiva, defensas ribereñas, descolmatación de ríos y acceso a mercados. En términos generales, se señala que este trabajo apuntó al desarrollo de una agricultura competitiva para la exportación.
Mientras, en la sierra el objetivo macro ha sido el desarrollo de la agricultura familiar, abastecedora del mercado interno. Por ello, se ha dado prioridad a la infraestructura de riego menor, la agricultura familiar, el trabajo en granos andinos, el desarrollo del seguro agrícola catastrófico, el fondo de reposición alpaquera, el fomento de plantaciones forestales y el combate a las heladas y sequías.
En tanto, en la selva, donde la agricultura está liderada por la producción forestal, se ha promovido la inversión forestal, la reconversión productiva, la renovación de plantaciones de café y cacao, la lucha contra el friaje, y la clasificación de suelos y zonificación.
Mayor producción y mejora de ingresos
De acuerdo al Minagri, como resultado de estas políticas, en el periodo 2011-2015 se ha duplicado el volumen de la producción nacional, incrementándose en 192 mil las hectáreas de cultivo. Destacan en este mayor volumen productos como palta, uva, maca, quinua, pimiento y granadilla. A ellos se suman las nuevas estrellas de la agroindustria peruana como los arándanos y la chía.
Así, el país se convirtió en uno de los 10 primeros proveedores de alimentos del mundo. Mención especial merecen casos como el del espárrago peruano, que representa el 35% de la provisión mundial y del cual somos primeros exportadores globales. También somos primeros en la exportación de quinua, con una participación de 42% en el mercado mundial. Caso parecido es el de la maca, de la que somos primeros exportadores con una participación del 28%. Otros casos para resaltar son el de la palta, de la que somos terceros exportadores mundiales con una participación de 10%; la alcachofa, terceros en el mundo con 6% de participación; y las uvas, de la que somos quintos exportadores mundiales con 8% de participación.
Finalmente, se observa que la pobreza ha caída en el ámbito rural de 59.2% a 42.5% durante el último quinquenio y que el jornal en el agro se ha multiplicado por más de dos veces en 22 de los 24 departamentos en la última década. Así, el ingreso promedio mensual en la actividad agropecuaria se ha incrementado notablemente desde los S/ 325 del año 2006 a los S/ 635 del 2015.
