Por: Gabriel Amaro, Director Ejecutivo de AGAP
(Agraria.pe) El agro peruano es un sector que viene desarrollando sus múltiples potencialidades, aprovechando las condiciones privilegiadas de clima, ubicación geográfica, biodiversidad, etc. que le permiten tener altas productividades y capacidades para la atención de los mercados mundiales. La agricultura juega un papel fundamental para la economía y el desarrollo social del país, siendo el segundo mayor generador de divisas y el de mayor generación de empleo, impactando en la reducción de la pobreza, incorporando el mayor porcentaje de la Población Económicamente Activa incluyendo a los millones de agricultores, la mayoría pequeños agricultores, que desarrollan esta actividad.
En los últimos años, el agro peruano ha registrado cifras muy importantes en cuanto a exportaciones, y el 2019 no fue la excepción. Durante el año pasado, el agro continuó con un crecimiento de 7% comparado con el 2018 llegando a más de US$ 7.000 millones.
Las frutas y hortalizas frescas continuaron liderando la lista de productos con mayor dinamismo, llegando a un total de US$ 3.741 millones, y teniendo como principales mercados a Estados Unidos (US$ 1.606 millones), Países Bajos (US$ 794 millones), Reino Unido (US$ 281 millones), España (US$ 216 millones) y China (US$ 152 millones).
Dentro de este subsector, la uva fresca fue la protagonista del año con exportaciones por US$ 875 millones, 7% más que el 2018; seguido por el arándano y su gran aceptación en todo el mundo con US$ 825 millones (+49%), la palta con US$ 752 millones (+4%), el mango con US$ 262 millones (+2%) y los cítricos con US$ 207 millones (+2%), todos considerados superfoods por sus ya conocidas propiedades en beneficio de la salud. En cuanto a hortalizas frescas, el espárrago, la cebolla y el kion fueron las que tuvieron una destacada participación con US$ 400 millones, US$ 88 millones y US$ 41 millones respectivamente.
Durante el 2020, el mundo ha sido estremecido en una dramática lucha contra la pandemia mundial del coronavirus. El Perú no es ajeno a ello. Al igual que en todos los países, el Perú buscó proteger desde un inicio su cadena de abastecimiento de alimentos, lo cual permitió que la producción agraria, agroindustria y agroexportación puedan seguir operando por tratarse de una actividad esencial. Asimismo, se preservó la actividad en puertos, aeropuertos y carreteras, procurando que el intercambio de alimentos se mantuviera sin interrupción.
Considerando las buenas prácticas de las empresas agroexportadoras peruanas relacionadas al cumplimiento de protocolos y estándares sanitarios del más alto nivel, como requerimientos necesarios para la exportación de alimentos a nivel mundial, el sector desarrolló protocolos privados para evitar el contagio y mitigar el efecto del Covid-19, el cual se puso en práctica desde los primeros días de la cuarentena a través del “Manual de Buenas Prácticas y Medidas de Prevención contra el Covid-19” desarrollado por la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP). Asimismo, se desplegaron múltiples acciones de apoyo de las empresas del sector a las instituciones gubernamentales y a la población de diversas regiones en la lucha contra la pandemia.
Estamos convencidos que vamos a mantener las perspectivas de crecimiento del sector y el liderazgo en varios de nuestros productos en una coyuntura complicada globalmente. El reto está puesto, la moderna agricultura peruana lo viene asumiendo responsablemente, con todos los cuidados a sus trabajadores y a la calidad de sus productos, para brindar lo mejor del Perú al mundo entero.
Fuente: Semana Económica