(Agraria.pe) La agroexportación fue el único sector que cerró en azul en el 2020, además de incrementar el número de puestos laborales, de ahí su importancia en la recuperación económica del país. Sobre ello conversamos con Gabriel Amaro Alzamora, director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP), quien también se refirió a la “Ley del régimen laboral agrario y de incentivos para el sector agrario y riego, agroexportador y agroindustrial” y su reglamento; así como las medidas que deberá tomar el nuevo Gobierno y Congreso para promover el sector.
El 30 de marzo se publicó el reglamento de la "Ley del régimen laboral agrario y de incentivos para el sector agrario y riego, agroexportador y agroindustrial", ¿cuál es su opinión al respecto?
La situación es bastante preocupante. La nueva ley agraria es una mala ley que no promueve la agricultura formal, por lo que el reglamento no puede ir más allá de esta, por lo tanto, tenemos un marco jurídico totalmente negativo para el sector ya que le resta competitividad.
A pesar de que recién se publicaron los dos primeros reglamentos, aun falta que se publique el reglamento referido a las actividades agroindustriales comprendidas en la ley, lo cual afecta nuevamente la seguridad jurídica del sector.
¿En el nuevo reglamento qué temas no quedaron claros o no se abordaron?
Definitivamente el tema del personal de las áreas administrativas y de soporte técnico que no están comprendidos en la ley es uno de los puntos críticos, no queda claro totalmente. Otro punto muy complicado es el referido al derecho preferencial de contratación, lo cual complica la flexibilidad que debe tener el sector, como sucede en todas partes del mundo, y que afectará definitivamente el libre mercado laboral y los procesos de contratación de las empresas formales.
Asimismo, se considera una indemnización por despido totalmente excesiva, la más alta de todos los sectores económicos ya que no se calcula sobre la remuneración básica sino sobre la remuneración diaria (RD). En cuanto al tema tributario, se le quita poco a poco los beneficios como si estuviésemos en condiciones de perder inversiones, más aún en estos momentos tan difíciles que venimos atravesando económicamente en el país, entre otros.
Es importante precisar que esta ley no afecta a la informalidad, la cual sigue creciendo a un ritmo galopante, afectando a los miles de trabajadores que siguen siendo contratados por unidades productivas seudoformales e informales, ¿esto es lo que buscaba la derogatoria de la Ley de promoción agraria? Pues este es otro de los graves riesgos. No existe política de protección de los derechos laborales verdadera cuando se degradan las condiciones para atraer, sostener y desarrollar la inversión formal. Cuando el sector y el país pierden competitividad para desarrollar inversiones se pierden empleos, generación económica, PBI, divisas, etc. Situación muy mala para los trabajadores y el país.
Solo se aprobaron dos reglamentos (general y negociación colectiva) ¿por qué no se publicó el de las actividades comprendidas en la ley?
Para empezar, estos reglamentos debieron ser publicados en enero, desde ahí ya teníamos un problema serio en cuanto a la seguridad jurídica que afecta negativamente a la inversión en el Perú. Por otro lado, la necesidad de contar con los lineamientos claros es más urgente aún cuando se trata de una ley complicada y que no promueve la agricultura formal.
En cuanto al reglamento de actividades comprendidas, no entendemos la demora en su publicación. Desde AGAP hemos enviado una propuesta clara y que le da continuidad jurídica a las actividades agroindustriales que siempre estuvieron en el marco de la Ley Agraria detallando las actividades claramente y actualizándolo a la versión 4 del CIIU. Este reglamento debe ser publicado a la brevedad, pues la falta de predictibilidad termina generando mayores problemas.
¿Este nuevo reglamento, donde se diferencia a los trabajadores que acceden al bono, puede generar nuevos reclamos?
Las marchas y protestas fueron situaciones muy difíciles que esperamos no se repitan, en donde se atacó la propiedad pública y privada, y en donde las protestan se enfocaban en reclamos, entre otros motivos, por prácticas informales que se encuentran al margen de la ley y que afectaban a los trabajadores en sus derechos, como el uso de services en actividades principales y el no pago de todos los derechos laborales. Sin embargo, en vez de fortalecer la Sunafil para que fiscalice a toda la actividad informal (en el país es cerca del 80%), que son los que atentan contra los derechos laborales de los trabajadores, se derogó la ley de promoción agraria, Ley Nº 27360, en un hecho totalmente desproporcionado y populista.
Respecto al reglamento, el problema es la propia Ley, ya algunas organizaciones sindicales se han pronunciado en el sentido de no estar de acuerdo con la Ley 31110. La diferenciación respecto al personal que no se encuentra comprendido en la Ley es un tema que podría generar inconvenientes. Desde AGAP venimos solicitando se aclare lo mejor posible para evitar cualquier conflicto.
¿Considera que el nuevo gobierno deberá modificar la nueva norma?
El nuevo gobierno debe hacer una reingeniería del Estado y de muchas normas, para mejorar la eficiencia y eficacia del Estado en el cumplimiento de sus funciones en educación, salud, seguridad ciudadana, infraestructura, etc., en mejorar la competitividad del país y hacer del Perú nuevamente un país atractivo para las inversiones con seguridad jurídica.
Definitivamente tienen que devolverle el carácter promotor de la ley agraria y adaptarla a la realidad de la agricultura, ya que como está actualmente perjudica seriamente el crecimiento del sector, a la agricultura formal y la generación de empleo para millones de peruanos. La modificación del actual marco legal de la Ley Agraria es fundamental, ya que necesitamos, sobre todo en tiempos como este, seguir generando empleo formal y desarrollo, disminuir la informalidad, el desempleo, y la pobreza en el país.
Esta Ley es antitécnica, anti inversión y definitivamente convierte al agro peruano en un sector menos competitivo frente a nuestros principales competidores como Chile, Colombia, etc.
¿Qué debe hacer el nuevo gobierno para que las inversiones actuales en el sector sean rentables en el país y atraer nuevas inversiones?
El nuevo Gobierno y el nuevo Congreso tienen dos compromisos principales: la salud de la población y la recuperación económica para generar empleo formal en el país. Para el caso económico se tienen que recuperar los elementos que nos hacen atractivos para recuperar la confianza de los inversionistas nacionales y extranjeros y atraer la inversión, esto es, mejorar la regulación, la competitividad y el clima para hacer negocios en el Perú, es la única manera de atraer inversión, mantenerla y recuperarnos económicamente. No podemos continuar con normas y una política pública que han provocado que hoy seamos un país con casi el 80% de informalidad, es una cifra extrema, insostenible, que se debe revertir.
¿En años anteriores, cuánto invertían las empresas del sector (o las socias de AGAP) y cuánto invertirían este año?
Más que hablar de cifras exactas, lo que corresponde directamente a las empresas, se debe resaltar el hecho de que las inversiones de años anteriores a partir de este nuevo marco legal no serán las mismas. Muchas empresas han frenado sus nuevos proyectos en el Perú, inversiones importantes ante la incertidumbre que genera la nueva ley agraria. Asimismo, ya hay muchas empresas que están evaluando desarrollar sus proyectos en países vecinos que tienen un marco legal para la agricultura formal más atractivo que el peruano. Debemos recuperar la confianza de la inversión agraria, es el reto del nuevo Gobierno y Congreso.
¿Cómo proyecta el dinamismo de las agroexportaciones peruanas para este año?
Los resultados del sector este 2021 dependerán de muchos factores, entre ellos el marco legal, seguiremos creciendo, pero con un menor dinamismo ya que hay menos incentivo por desarrollar nuevos proyectos y ha aumentado los riesgos y costos con la nueva ley agraria, haciéndonos menos competitivos.
En cuanto a productos destacados, los cítricos tuvieron un importante desempeño el año pasado debido a que su consumo mejora el sistema inmunológico y de cara a la pandemia es muy probable que continúe su crecimiento este año. Además de nuestros arándanos, paltas, uvas, entre otros que continúan creciendo por su alta productividad y la inversión que se ha venido desplegando en los últimos años.