(Agraria.pe) El mercado internacional de la uva de mesa ha sufrido importantes cambios en los últimos años, tanto en la producción, oferta y demanda, debido a los cambios climáticos, la pandemia del Covid-19, problemas logísticos, la creciente competitividad, presencia de nuevos orígenes, el cambio varietal, entre otros, y están afectando las exportaciones de Perú y Chile -países que lideran el comercio mundial de esta fruta- por lo que ha sido necesario que ambas industrias se unan y empiecen a trabajar juntas para enfrentar los nuevos retos.
La ingeniera agrónoma América Ramírez, jefa de Estudios e Inteligencia de Mercado en Decofrut fue una de las expositoras del Global Grape Convention 2024 realizada en agosto pasado en Chile, e indicó que en este evento se quedó en formar una mesa técnica y empezar a trabajar en conjunto, comentando que es un gran avance colaborativo que se sienten juntos los representantes del sector uva de mesa de ambos países y ver ambas industrias como un todo.
Señaló que los principales destinos para la uva de mesa son Estados Unidos, Europa y China, pero actualmente la situación en Europa está bastante difícil porque cada vez los mercados son más estrechos con alta competencia, y un gran número de proveedores, por lo que las “ventanas” de comercialización son acotadas, sin embargo es un mercado bastante estable. China, un mercado considerado de “gran potencial”, ya no es un gran consumidor porque su producción de uva de mesa ha crecido ostensiblemente y ha llegado a cubrir más del 50% de su consumo interno.
Comentó que Estados Unidos es el mercado natural de Perú y Chile por la cercanía. Dijo que actualmente el 50 a 55% de nuestra fruta se va a Estados Unidos. “Hay que ver cuánto es también capaz de absorber el mercado. El mercado norteamericano funciona súper bien con tres millones de cajas de arribo semanalmente”, acotó.
Subrayó que la demanda de la uva de mesa existe y lo que se tiene que hacer es buscar dónde está y el precisar por qué los envíos han disminuido.
“Tenemos que empezar a buscar cuáles son las alternativas y prospectar nuevos mercados. Latinoamérica se ha vuelto un mercado interesante. México que es un gran consumidor de uva de mesa previo a que salga su propia producción. Brasil también es un mercado bastante grande, aunque tienen producción local, pero son grandes consumidores de uva. Hay que ir viendo alternativas a lo que ya conocemos”, señaló.
Estrategias
Respecto a las estrategias a seguir, dijo que son importantes las campañas de marketing para fomentar el consumo, similares a las desarrolladas por la industria de la palta a través de la PAC (en Estados Unidos) y la WAO (Europa y Asia), pero enfocada más al valor nutritivo, ya que la gente, sobre todo post Covid, está buscando productos que sean funcionales, nutritivos, nutracéuticos. Asimismo, la sustentabilidad del cultivo también es una información que toma relevancia.
“Todos sabemos que los antocianos son compuestos de las uvas que nos hacen bien a la salud ya que tienen propiedades antiinflamatorias, anticancerígenas y antioxidantes. Yo creo que esa información es algo que hay que reforzar para que agregue valor al producto. Eso puede ser en los empaques, en el marketing o en lo que se quiera hacer”, opinó.
Retos
La destacada profesional chilena, especializada en fruticultura y diplomada en agronegocios, dijo que además de abrir nuevos mercados y hacer un trabajo como industria en general para aumentar la demanda, sobre todo del hemisferio sur, hay que hacer una revisión de las variedades nuevas, porque no todas se adaptan a las condiciones climáticas de Chile o de Perú. “Tenemos que ver cuáles son las que realmente funcionan y demanda el mercado”, agregó.
Asimismo, enfatizó que hay que ser consistente con la calidad y la condición de la uva, hacer estimaciones lo más cercanas posibles, que si bien en el global son bastante certeras, no es así en el análisis semanal, lo cual permitiría elaborar una programación más exacta e informar a los retailers y a los recibidores de cuánta fruta se va a enviar semanalmente para que se preparen.
De otro lado, dijo que el recambio varietal viene de la mano con mejorar la productividad y hacer más eficiente los procesos, ya que ha aumentado mucho el volumen debido a que hay variedades que son extremadamente fértiles. “Tienen mucha producción, pero también hay que saber manejarla, saber cuál es la post cosecha, cómo funciona, cómo llega la variedad al consumidor. Hay un proceso de exportación en donde tenemos que cuidar el producto que llega porque finalmente también es imagen del país, imagen de la industria”, aseveró.
Fuente: Provid Conexion