08 marzo 2017 | 10:35 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Difícil panorama en Nueva Jersey

Política contra inmigrantes de Trump pone en riesgo la cosecha en “La Capital Mundial de los Arándanos”

Política contra inmigrantes de Trump pone en riesgo la cosecha en “La Capital Mundial de los Arándanos”

Productores se encuentran desesperados ante la falta de mano de obra para la recolección del fruto y varios se arriesgan a contratar trabajadores ilegales. “¿Prefieres ganarte algunos problemas o irte a la bancarrota?”, se defienden.

(Agraria.pe) Las políticas restrictivas contra la inmigración del presidente Donald Trump están causando preocupación entre los productores de arándanos de Estados Unidos. 

Bill Mortellite, la tercera generación de su familia que siembra arándanos en Hammonton, Nueva Jersey –autodenominada “La capital mundial de los Arándanos”, necesita típicamente unos 125 trabajadores para la cosecha de su granja de 240 acres. Este año sin embargo, considera que será afortunado si logra encontrar 10 recolectores porque mucha gente está preocupada por el discurso duro de Trump sobre la inmigración y no quieren correr el riesgo de trabajar en los campos de arándanos de Nueva Jersey.  

Las restricciones de la administración Trump “van a empujarnos fuera del negocio”, dijo Morterllite, cuya operación es llamada Blueberry Bill Farms. 

Nueva Jersey es el quinto más grande productor de EE.UU. y generó ventas por US$ 79.5 millones en el 2014 (es la data más actualizada que existe). El trabajo es particularmente arriesgado para los agricultores de berries del estado porque la mayoría de sus cultivos desaparece en el mercado de frescos. Ellos prefieren que los berries sean recolectados a mano pues las máquinas tienden a barrer con granos verdes e  inmaduros junto con los dulces de color azul, lo que tiene un impacto negativo en sus ventas y ganancias.

Mortellite comentó que ante la potencial falta de mano de obra, ha comprado una cosechadora mecánica. “Tenemos tres ‘strikes’ frente a nosotros. El clima no es bueno. El mercado no está bien y la política del Gobierno no es positiva”, señaló. 

Como sucede en otras partes de EE.UU., mucha de la mano de obra para los campos que los productores de Nueva Jersey contratan proviene de México, pues los estadounidenses no muestran interés en un trabajo tan agotador. 

La temporada de arándanos en Nueva Jersey empieza en junio y dura un promedio de cuatro semanas. Ahora los productores están intentando lograr acuerdos con los contratistas para proveer trabajadores inmigrantes para la temporada de recolección.

“Ellos (los productores) están preocupados porque no contarán con la gente suficiente”, explicó Tim Wetherbee, director del Consejo Industrial Consultivo del Arándano en Nueva Jersey y gerente de ventas de Diamond Blueberry. “Cada día es más complicado poner en el campo un equipo”.   

De acuerdo al Departamento de Agricultura de EE.UU., cerca del 50% de los trabajadores agrícolas en ese país carece de autorización legal para laborar. Sin embargo, entidades independientes señalan que el ratio alcanza en realidad al 60% o más. El panorama se complica más por el uso creciente de documentos fraudulentos. 

Las penalidades por contratar un trabajador indocumentado pueden ser severas, con multas que llegan hasta los US$ 16.000 por “contratar conscientemente” a un trabajador que se encuentra ilegalmente en EE.UU.. Faltas técnicas menores, como no contar con los papeles de la visa en orden, pueden ocasionar multas de US$ 1.000 por cada empleado. 

“Somos muy cautelosos con eso. Los trabajadores deben tener sus documentos apropiados… Si te atrapan con un ilegal, estás metiéndote en problemas”, sostuvo Wetherbee. 

Aun así, ese es un riesgo que algunos productores están dispuestos a tomar. Tal como señaló un productor que pidió mantenerse en el anonimato, "Nosotros estamos tan desesperados por conseguir mano de obra que aceptamos lo que encontremos y les permitimos trabajar. Nos vamos a la bancarrota. ¿Prefieres ganarte problemas o irte a la bancarrota?”. 

Fuente: cbsnews.com / 

Traducción: Edwin Ramos
Etiquetas: arandanos