11 abril 2017 | 09:09 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Labor de Serfor

Promueven el sistema silvopastoril en Piura con semillas de especies que se adaptan a la zona

Promueven el sistema silvopastoril en Piura con semillas de especies que se adaptan a la zona

Especialistas esperan que se incremente la población de algarrobos y que los productores combinen su actividad ganadera con las nuevas especies vegetales.

(Agraria.pe) Ver en la crisis una oportunidad. Ese parece ser el lema de los funcionarios del Servicio Nacional Forestal de Flora y Fauna Silvestre (Serfor) que trabajan en Piura para fortalecer el desarrollo silvopastoril, es decir combinar la actividad ganadera con el desarrollo de diversas especies de árboles que aprovechen las lluvias.

Juan Otivo, responsable de Serfor sector Piura, destacó que el objetivo de su labor en esa zona es que se incremente la población de árboles, que haya más algarrobos para que los productores puedan compaginar su actividad ganadera con los nuevas especies vegetales e incluso con la actividad agrícola, sobre todo con cultivos temporales, actividad que se conoce como agroforestería.

“Son técnicas que se adaptan mucho a estas condiciones de zonas áridas. Aquí la población tiene dificultades, pero con las lluvias que caen cada cierto tiempo ven sus esperanzas renacer y lo que tiene que hacer la población es planificar estos recursos”, explicó.

Para el funcionario, esta labor debe complementarse con una buena provisión de semillas en coordinación con las comunidades de la zona. Para las características particulares de la costa norte peruana, Otivo apunta que lo mejor son semillas de especies que tengan el tegumento duro como el faique, algarrobo y charán.

“Ponemos cuatro semillas de algarrobo por cada hoyo, solo tenemos que abrir dos a tres centímetros de profundidad y las semillas se colocan ahí. Luego empiezan a germinar con la lluvia y ese árbol que emerge es mucho más resistente que los embolsados o plantones de vivero. Después debemos coordinar con las comunidades para que los protejan, porque una vez que se seque el pasto, el algarrobo se queda verde y es más apetecible para el ganado; debemos proteger la regeneración natural de un árbol beneficioso para la comunidad”, sostuvo.

Además, sobre el periodo reciente de lluvias abundantes, estimó que lo positivo es que se favorece la reforestación de las especies mencionadas y se abastecen los acuíferos subterráneos que se usan en tiempo de escasez. A esto se suma un crecimiento acelerado de la vegetación, con mayor abundancia de hierbas para el ganado. 

Dato

.En el marco de este conjunto de actividades, el pasado fin de semana, el ministro de Agricultura, José Hernández, llegó al centro poblado de Monte Castillo en el distrito piurano de Catacaos para reunirse con pobladores que hace dos meses sembraron 20 kilos de semillas de algarrobo en unas 250 hectáreas, y cinco hectáreas de frijol caupi como cultivo temporal. Se espera que los cultivos temporales alcancen las 10 mil hectáreas.