La próxima de edición Fruit Logistica de Berlín será clave para ver hasta dónde los mexicanos se han fijado o no en el mercado europeo.
(Agraria.pe) La idea del nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de gravar con un 20% las importaciones mexicanas para pagar el polémico muro que separará las fronteras de ambos países ha sembrado inquietud y preocupación a los productores europeos.
La razón es que las amenazas proteccionistas de Trump están llevando ya a los comercializadores mexicanos a explorar nuevos destinos para su aguacate como Europa.
Aunque de momento no se está notando ningún efecto, el temor es que si México, que es el mayor productor mundial con 1.500.000 toneladas de palta al año, desvía sólo un 10% de su cosecha a la Unión Europea, la palta de Málaga (España) termine cayendo en picado.
Algunos comercializadores en Europa comienzan a recibir ya llamadas de exportadores mexicanos, con los que llevaban años sin hacer negocio, interesados en reactivar las relaciones comerciales. El sector de Málaga especializado en la comercialización de mangos y paltas, una vez que acaba la producción local, acude a la importación para reexportar a sus clientes europeos.
Para el gerente de Frutas Reyes Gutiérrez, Juan Antonio Reyes, la próxima edición Fruit Logistica de Berlín, que se celebra del 8 al 10 de febrero, será clave para ver hasta dónde los mexicanos se han fijado o no en el mercado europeo.
"La campaña de palta Hass malagueño y el de México coinciden en la misma época del año, por lo que si los mexicanos deciden desviar parte de esa cosecha a Europa pueden provocar que los precios del producto local caigan una tercera parte, lo que sería catastrófico para el sector", señaló el gerente de Trops, Enrique Colilles.
La UE importa anualmente alrededor de 400.000 toneladas de paltas, siendo sus principales proveedores Perú, Chile, Israel y Sudáfrica, ya que la producción española, que se concentra principalmente en Málaga y la costa granadina, se mueve en torno a las 70.000 toneladas (50.000 en Málaga).
Por su parte, Estados Unidos es el primer receptor de paltas, siendo México su primer proveedor. Se estima que los productores mexicanos exportan a Estados Unidos entre 800.000 y 900.000 toneladas al año, lo que supone una facturación de US$ 1.500 millones. Los estadounidenses, que consumen cerca de un millón de toneladas de paltas, producen sólo 200.000 toneladas en California.
Consumo elevado
Para Gutiérrez, Estados Unidos no dejará de consumir paltas, aunque Trump imponga un impuesto del 20% al producto mexicano. "Los exportadores de México tendrán que pagarlo. Se trata de un fruto que está presente en el 60% de los hogares de EE. UU., porque los estadounidenses están enganchados al aguacate y lo que va a pasar es que tendrán que pagar más si quieren seguir consumiendo. Aunque es probable que también se desvíe parte de la producción a otros destinos como el europeo", apuntó.
Otro de los grandes referentes de la comercialización en Málaga, el gerente de Natural Tropic, Prudencio López, indicó que la incidencia de los productores mexicanos se dejará notar en los próximos meses. "El aguacate español se venderá antes que el mexicano por su calidad, pero eso no significa que no pueda afectarnos. México tiene capacidad de vender mucho más barato que nosotros porque producen hasta 25 toneladas por hectárea, mientras que las producciones malagueñas se mueven en torno a las siete toneladas. Pueden vender tan barato que son capaces de hacer que aquí no interese ni cosechar el producto", afirmó López.
Según el secretario general de Asaja Málaga y experto en tropicales, Benjamín Faulí, México vende más caro su producto en Estados Unidos que en Europa, por lo que es de suponer que siga mirando hacia este mercado, aunque también es verdad que ya lleva tiempo exportando a otros destinos como China. "Es pronto para realizar una lectura, aunque es para estar inquietos. Si México destina sólo el 10 por ciento de su cosecha a la UE, nos inundaría con 150.000 toneladas".