(Agraria.pe) La crisis migratoria de Venezuela es una dura realidad que impacta en todo el vecindario latinoamericano. Hay países sin embargo donde esta situación es más patente, entre los que se encuentran Colombia y Perú. Con cerca de un millón de ellos en tierras incas, no es difícil imaginar que puede haber en esta colectividad perfiles de gran valor para las industrias locales.
Así lo entiende Juan Camilo Blanco, gerente general de Unstuck, una iniciativa de la ONG Tent Partnership for Refugees, entidad que tiene como misión general apoyar a los más de 30 millones de refugiados alrededor del mundo de la mano de 170 empresas multinacionales comprometidas con la integración.
“Colombia y Perú, entre ambos, han acogido a casi tres millones de migrantes venezolanos. Son países que están enfrentando gran parte de esta crisis, y nos enfocamos en ellos para integrar a las poblaciones de migrantes y apoyar el crecimiento económico, así como la reactivación económica de estos países que han sido líderes en acoger este tipo de poblaciones”, explica.
¿Cómo opera Unstuck?
Juan Camilo Blanco refiere que la integración de los migrantes se promueve a través de su contratación en empresas principalmente del sector agroindustrial, a las cuales se les ofrece entrar en contacto con grandes corporaciones del mundo de alimentos y bebidas en Estados Unidos y Europa que demandan los insumos que producen. Es una gran oportunidad no solo para hacer negocios a nivel global sino para implicarse en un movimiento de impacto positivo a nivel social.
El primer producto con este perfil fue lanzado en junio de este año en Estados Unidos junto a la empresa Chobani, la cual elabora su yogurt griego con mangos y crema utilizando mangos de proveedores de Colombia y Perú que contratan refugiados venezolanos.
En el caso peruano, la empresa asociada a esta iniciativa es Mebol, que ya cuenta con 300 migrantes venezolanos en su planilla. Su gerente comercial, José Luis Jares, resaltó: “Contribuir al bienestar social es parte de nuestro propósito y, por ello, buscamos alianzas estratégicas que ayuden al progreso tanto de la empresa como de la sociedad. Estamos seguros que, de la mano de Unstuck, podremos lograr un impacto significativo al construir una solución de largo plazo para la migración en el país que brinda beneficios para todos”.
Juan Camilo Blanco agrega que en el caso de Mebol, la empresa está cubriendo básicamente posiciones para su planta de producción de frutas congeladas como operarios, aunque hay algunos casos de puestos administrativos que también se incluyen. “Tenemos la historia de una persona que empezó trabajando en la planta con Mebol. Él era ingeniero de sistemas en Venezuela y luego empezó a implementar sistemas de control de calidad en la empresa”, observó.
El objetivo es que en el caso peruano se empiece con un 5% de la fuerza laboral que corresponda a esta población migrante y se alcance un 20% al tercer año, que es el límite legal para la contratación de extranjeros en las empresas del país. Para la primera fase de esta labor escogieron la agroindustria porque Unstuck trabaja con empresas del sector alimentos y bebidas como Chobani; ahora hay otro grupo de cinco a seis empresas del sector de helados, snacks y comida para bebé que también se están uniendo y necesitan insumos de la región para sus productos.
La meta de largo plazo, explica Blanco, es contribuir a solucionar la crisis migratoria en Latinoamérica integrando las poblaciones de migrantes y refugiados, lo que ofrece grandes beneficios para las comunidades que los acogen en términos de crecimiento económico, diversidad e inclusión. En tanto que, a nivel comercial, las empresas asociadas obtienen el beneficio de vincularse con líderes mundiales de la industria de alimentos y bebidas de mercados clave como Estados Unidos y Europa, generando más desarrollo.