(Agraria.pe) Un grupo de agricultores del distrito de Cáceres del Perú-Jimbe, en la región Áncash, decidió construir 10 kilómetros de carretera usando solo picos y palanas ante la falta de apoyo de las autoridades. Los trabajos se iniciaron en el caserío de Racuaibamba, ubicado a casi 4 mil metros de altura, con la finalidad de llegar a las lagunas y represar el agua para regar los campos de cultivo de consumo familiar y de productos de exportación como palta y mango.
La nueva vía de comunicación reducirá el tiempo de viaje de 6 a 2 horas para llegar a las lagunas y es una decisión desesperada ante la sequía extrema que cada año se agudiza más poniendo en riesgo la actividad agropecuaria de toda esa parte del país. "La sequía cada año es más crítica y nos afecta a todos. Agricultores de distintos caseríos nos hemos organizado para hacer la carretera y embalsar las lagunas. Necesitamos que las autoridades y otras personas también se sumen a esta obra", señaló Heiner Real Yupán, uno de los organizadores del proyecto comunal.
Pueblos unidos
La obra mancomunada ha generado la participación de agricultores de caseríos como Quita, Tinco Tarapampa y Carhuamarca. Los trabajos se realizan durante 3 días de manera quincenal y se tiene planeado culminar en mayo, pero podría ser antes si los agricultores reciben el apoyo con maquinaria pesada.
El Servicio para el Desarrollo Integral (Sedir), institución que brinda soporte técnico a los pequeños productores, ha sido testigo de la capacidad organizativa de los agricultores y es una de las instituciones que ha mostrado sus predisposición para ayudarles con logística.
La Junta de Usuarios de Sector Hidráulico Nepeña junto a sus agricultores ya ha realizado trabajos de embalsamiento en otra de las lagunas llamada Mata Mata.
"Estamos haciendo la obra a puro pulso con nuestras palanas y picos para sacar la roca. No es nada fácil, pero lo hacemos por el bien de nuestra comunidad y familia", menciona Oscar Cerna, del caserío del Shonca. Los agricultores también necesitan el apoyo con víveres para preparar los desayunos, almuerzos y cenas de todos los trabajadores.
La carretera que construyen los agricultores también la denominan corredor andino que conectará con la Cordillera Negra en la sierra de Áncash. Una obra que solo ejecuta un puñado de agricultores para preservar el agua para la agricultura regional y local.
