(Agraria.pe) Huarmey reafirma su liderazgo como epicentro de innovación genética del cuy en la región Áncash. Esta provincia costera ha logrado posicionarse como un referente en la crianza tecnificada y sostenible del cuy, un símbolo de la identidad y la seguridad alimentaria del Perú.
El compromiso de Huarmey con el desarrollo rural se ha traducido en una alternativa estratégica para dinamizar la economía familiar, mejorar la nutrición local y fortalecer la cadena de valor agropecuaria. En ese camino, en el 2023, se consolidó el Centro de Producción de Reproductores del Instituto Nacional de Innovación Agraria (CPR INIA – Huarmey), implementado en alianza con la Asociación Cultural para el Desarrollo Integral Participativo (ACUDIP) y Antamina, que alberga actualmente 3.000 cuyes reproductores de razas mejoradas y adaptadas al clima local.
La moderna infraestructura del CPR cuenta con tres galpones operativos y aplica protocolos de calidad genética, control sanitario y pureza racial, centrados en garantizar una producción sostenible y de alto rendimiento. Entre las especies destacadas figura la raza Kuri, reconocida por su productividad, eficiencia alimenticia y capacidad de adaptación. Su meta es alcanzar una disponibilidad anual de 5.000 reproductores certificados, que serán distribuidos a productores rurales de Áncash, contribuyendo así a elevar los estándares de la cuyicultura nacional.
Castillo de Huarmey: el cuy, una herencia milenaria que perdura
Paralelamente, recientes investigaciones arqueológicas en el Castillo de Huarmey del 2025 han revelado la presencia de restos óseos de cuyes asociados a contextos domésticos y funerarios de la élite de la cultura Wari. Estos hallazgos, liderados por el arqueólogo Miłosz Giersz, confirman que la crianza y el consumo del cuy formaban parte de la vida cotidiana de las antiguas sociedades peruanas entre los siglos IX y X d.C., específicamente en Huarmey, Áncash.
Los análisis realizados determinaron que los animales fueron criados localmente y alimentados con maíz, evidenciando un temprano manejo doméstico y control alimentario de la especie. Además, aunque el Castillo de Huarmey se encuentra a menos de cuatro kilómetros del mar, la investigación evidenció una preferencia cultural por los recursos terrestres, como el cuy y los camélidos, por encima de los productos marinos.
El proyecto arqueológico cuenta con el apoyo de Antamina, que respalda la conservación e investigación del patrimonio cultural en su área de influencia, reafirmando el vínculo entre el pasado ancestral de Huarmey y su presente orientado a la innovación y el desarrollo sostenible.