(Agraria.pe) Los bloqueos de carreteras liderados por mineros informales, que se vienen presentando desde el 20 de noviembre en diversas regiones del país, están afectando la circulación en la Panamericana Sur, la Interoceánica y otras rutas clave.
La medida, que busca la ampliación del Registro Integral de Formalización Minera (Reinfo), ha paralizado el tránsito vehicular en tramos críticos de Arequipa (Puente de Ocoña, Chala), Ayacucho (distrito de Puquio), Huancavelica (Marcas-Acobamba), Ica (óvalo de Nazca, Puente Aja) y La Libertad (desvió de Shorey, punto estratégico que conecta las provincias de Trujillo y Santiago de Chuco). Además, afecta la conectividad hacia regiones como Moquegua, Tacna y Puno que se ha visto gravemente perjudicada.
Dicha medida está impactando gravemente el transporte tanto de pasajeros como de comercio (sobretodo de alimentos perecibles) en las regiones del sur del país. Esto último viene generando escasez de productos en el mercado así como el incremento de los precios, ya que los costos de movilización han aumentado considerablemente.
En Arequipa, estos bloqueos, iniciados el miércoles pasado, son acatados por aproximadamente 2.000 mineros provenientes de los asentamientos de Secocha, Posco Misky y Alto San Martín.
Al respecto, el director de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP) y director de Agrícola Pampa Baja, Juan Carlos Paredes Rosales, destacó que en la zona de Arequipa hay momentos donde los mineros informales dejan pasar algunos vehículos de pasajeros (pausas humanitarias); pero no dejan pasar a los transportes de mercancías.
Señaló que Arequipa está en plena campaña de uva de mesa. Hay entre 60 y 80 camiones cargados con esta fruta que se dirigen a los puertos de Pisco y el Callao que están paralizados en la carretera y se corre el riesgo que dicha mercancía se malogre, con lo que se tendría pérdidas entre US$ 6 millones y US$ 8 millones.
Además, dijo que hay contenedores vacíos que están regresando del Callao y Pisco para cargar fruta, los cuales tampoco pueden pasar. Esto es preocupante porque las cámaras de los packing que hay en la irrigación Majes ya están llenas, y lo siguiente será comenzar a perder fruta. Actualmente en el valle de Santa Rita y la irrigación Majes hay alrededor de 3.000 hectáreas.
Juan Carlos Paredes indicó que otro producto que se ve afectado es la leche, ya que Arequipa es la principal cuenca lechera del país, donde se producen entre 600 mil y 700 mil litros de leche diarios. En ese sentido, dijo que si bien la industria (Gloria y Laive) sigue comprando leche a los productores, la mayor parte de este producto no se queda en el sur sino que se distribuye al norte y centro del país.
“Ellos también están llegando a una capacidad máxima de almacenamiento y en cualquier momento dejarán de acopiar la leche a los productores, que son alrededor de 60 mil pequeños productores en todo el sur, principalmente ubicados en la cuenca de Arequipa”, manifestó.
Asimismo, dijo que a pesar de no ser tan representativo en esta región, el arándano de Arequipa también se ve afectado ya que está en plena campaña.
Sobre la posibilidad de dirigir las mercancías a puertos del sur, dijo que Matarani (Arequipa) no es una opción porque recala cada 15 días para Europa y tiene una muy limitada cantidad de contenedores. En el caso del puerto de Arica (Chile) no está disponible; mientras que el Puerto de San Antonio (Valparaiso, Chile) está a una distancia cercana a los 2.500 kilómetros por lo que los costos son muy altos y la logística muy complicada.
“La situación es compleja y se necesita una intervención enérgica tanto del Poder Ejecutivo y Legislativo, ya que al parecer no están percibiendo la dimensión del problema y cuando se den cuenta serán muy grandes las perdidas para los pequeños productores y la agroexportación. Estamos perdiendo ingresos cada día que esta situación persiste, necesitamos una solución urgente”, finalizó.
Dato
. En zonas como Nasca, Chala y Ocoña, las tarifas por tramo oscilan entre 50 y 70 soles, duplicando los costos habituales. Los afectados reportan un incremento del 100 % en sus gastos de movilización.