(Agraria.pe) En sus 25 años de vida, Cerro Prieto siempre ha resaltado que tiene un compromiso social que les permite transformar comunidades. El corazón de su trabajo se centra en impulsar el desarrollo sostenible de sus comunidades vecinas. Víctor Cumpa Sandoval, jefe de Relaciones Comunitarias e Institucionales de la empresa agrícola precisa los esfuerzos para lograr ese objetivo.
¿Cómo van las operaciones de Cerro Prieto?
Somos un grupo empresarial que se dedica a la siembra y exportación de frutas como arándano, palta y espárrago, productos que se envían a Estados Unidos, Europa y Asia. Actualmente, estamos en plena campaña de cosecha de arándanos y espárragos. Acabamos de culminar hace poco la campaña de palta que fue muy exitosa.
Dentro del pilar ambiental, trabajan mucho el recurso hídrico.
Al ser una empresa agrícola, es importante cuidar el medioambiente y sobre todo ser muy eficiente con el uso del agua. Estamos convencidos de que el desarrollo agrícola debe ir de la mano con el crecimiento de nuestras comunidades. Por ello tenemos una política muy fuerte en el tema de sostenibilidad enfocada en tres pilares: educación, salud y el tema ambiental.
Por ejemplo, en educación, tenemos un proyecto de huertos escolares implementados en ocho escuelas de la zona rural de la provincia de Chepén y del distrito de Pacanga para promover una cultura ambiental y una alimentación saludable en los niños de nivel inicial, primaria y secundaria. Es uno de nuestros proyectos bandera. También trabajamos por la educación de calidad. Hemos construido dos escuelas bajo el mecanismo de obras por impuestos con una inversión de S/5 millones que benefician a más de 200 niños en el distrito de Pueblo Nuevo y Pacanga, de la comunidad Nueva Esperanza. Además, desarrollamos conectividad digital en escuelas rurales. Sumado a ello, tenemos una alianza estratégica con Enseña Perú para fortalecer las capacidades docentes.
¿Cuál es el ámbito de acción agrícola?
Es Lambayeque y La Libertad. En La Libertad, en la provincia de Chepén, distrito de Pacanga, cerca de nuestras operaciones. Es ahí donde desarrollamos la agricultura sostenible.
¿Cómo gestionan el uso del agua?
En Cerro Prieto promovemos soluciones hídricas que transformen la agricultura.
Tenemos dos ángulos, la parte interna y la parte externa, dentro de ellos está la economía circular en la agricultura. En nuestro proceso de siembra hemos logrado reutilizar el agua de drenaje, producto del Fenómeno de El Niño y del ciclón Yaku. Este es un proyecto de innovación que tiene como propósito rescatarla y reutilizarla en nuestro proceso de siembra. Actualmente, hemos podido reutilizar más de 731,000 m³ de agua que han sido utilizadas en más de 90 hectáreas de cultivo, tanto de palta como arándano. El proyecto acaba de ganar un reconocimiento en el concurso de sostenibilidad de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP). También tenemos la planta de tratamiento de aguas residuales domésticas, que tiene una capacidad de 650 m³ diarios y la Ptari, que son plantas de tratamiento de agua industriales que reutilizamos para regar las áreas verdes de nuestro fundo. Para nosotros cada gota de agua es muy importante.
¿Cuál es el trabajo por el lado externo?
Nosotros tenemos una cultura ambiental que no solo se imparte en casa, sino también lo trasladamos a nuestras comunidades, desarrollamos proyectos de valor compartido. Por ejemplo, desde 2018 desarrollamos más de 28 proyectos de mejoramiento de infraestructura hidráulica dentro del valle de Jequetepeque.
Consiste en mejorar compuertas, canales, tomas de agua que permitan la optimización del recurso hídrico en nuestros agricultores y cultivos tradicionales como el arroz, el maíz. Impactamos en más de 12 mil agricultores y en más de 13 mil hectáreas de cultivo.
Cuéntanos sobre esos 28 proyectos
El mejoramiento de infraestructura hidráulica, lo venimos desarrollando en alianza con nuestros stakeholders. Para alcanzar la sostenibilidad trabajamos de manera tripartita: Cerro Prieto como empresa privada, los gobiernos locales o regionales y la comunidad. Uno de los proyectos emblemáticos que tenemos es el revestimiento de dos canales, Tambo y Molino, cada uno de 5 kilómetros. Un total de 10 kilómetros de revestimiento de canales que se hizo a través del mecanismo de obras por impuestos con el Gobierno Regional de la Libertad. El proyecto ha permitido optimizar el recurso hídrico en 95%, el 5% se pierde por evaporización. Cuando este canal era rústico, se perdía entre un 50% y 60% de agua por filtración. El costo aproximado de inversión fue de S/10 millones.
¿Y por el lado social, qué están haciendo?
Estamos convencidos de que el desarrollo agrícola tiene que ir de la mano con el crecimiento de nuestras comunidades. La mejor herramienta de un buen relacionamiento con ellas es estar cerca, tener una comunicación transparente, así generamos confianza. Por eso es importante que los proyectos se articulen de manera tripartita. Las comunidades están representadas por los líderes de las comunidades, por la junta de usuarios, comisiones de regantes, asociaciones del valle de Jequetepeque. Trabajamos de la mano con ellos, conociendo su real necesidad podemos realizar proyectos que impacten de manera directa en lo social y en lo económico. Si optimizamos el uso del recurso hídrico, el costo es mucho menor y no se pierden tantos fertilizantes como antes. Todo ello ayuda a desarrollar una agricultura sostenible.
Fuente: Perú 21