(Agraria.pe) El año 2023 está siendo de grandes retos para toda la cadena agrícola peruana, no sólo por las dificultades inherentes a la actividad, sino por los contextos sociales del país que afectan directamente el negocio. Harry Murillo, responsable de negocios de Bayer CropScience en Perú, explica que el primer mes del año las dificultades estuvieron en el bloqueo de carreteras que complicó la distribución de productos en el país; en el segundo mes la falta de agua retrasó las campañas grandes, sobre todo las de consumo masivo; y el tercer mes llovió en exceso.
“Han sido complicado desde la perspectiva del agricultor, que tuvo complicaciones, especialmente para el exportador que estuvo cosechando entre el último mes del año pasado y el primer mes del año actual, por los problemas sociales. Y para el productor local, que si bien tuvo buenos precios, se encontró con los vaivenes hídricos y del clima que hicieron que los rendimientos no fueran óptimos. Eso afectó al productor y a todos los que trabajamos en satisfacer la demanda del agricultor en insumos para la producción de cultivos, semillas o fertilizantes”, contó.
Se aproxima El Niño
Ante el advenimiento de un Fenómeno de El Niño Costero y Global, Harry Murillo asegura que los efectos ya se ven en campañas como la de la papa en la costa central, que se verán afectadas por una mayor incidencia de prodiplosis. Recordó que en 1997 hubo un evento climático similar y muchos agricultores entonces quebraron con el cultivo de papa, pues las cosechas no llegaron a un punto de equilibrio. Esto hace prever al ejecutivo de Bayer que se verá una reducción de área del tubérculo en la costa, ya que hay incertidumbre entre los agricultores sobre qué sembrar.
Lo más probable, apunta, es que opten por cultivos un poco más seguros, menos suceptibles al clima, como es el caso del maíz. “Posiblemente tengamos mayor área de maíz en la costa. En el caso del arroz también ha sido muy afectado por enfermedades, lo que ha producido mermas en rendimientos. Este clima también afecta en producción y eso hace que el agricultor no tenga buenas opciones para recuperar su inversión”, explica.
Para los cultivos de exportación, la incertidumbre es similar, lo que hace pensar en un mayor consumo de productos para el cuidado de los sembríos, especialmente en zonas de lluvias donde hay mayor incidencia.
“Todo esto hará complicado este año de principio a fin. Esperamos que el agricultor tenga las mejores alternativa para sortear estos problemas que acontecen en la agricultura y ojalá el Gobierno brinde todo el apoyo, sobre todo en financiamiento, que es escaso”, pidió.
Tendencias y novedades
Sobre la industria de productos para cultivos, Harry Murillo subrayó que hay una tendencia clara hacia la reducción de la carga química, sobre todo para la exportación, lo que favorece a los productos de baja residualidad y, en lo posible, biológicos que contribuyan a este objetivo de parte de los agroexportadores.
Para el productor nacional hay la necesidad del consumo de productos estimulantes que ayuden al cultivo a reducir su consumo de energía, ya que las mayores temperaturas hacen que la planta se esfuerce más en producir los frutos, generando un desgaste que debe ser compensado para evitar estrés.
Finalmente, informó que el portafolio de Bayer sigue creciendo con lanzamientos reciente como Sivanto, que ayuda al control del chanchito blanco en uva y arándano; así como Vayego, un insecticida de dosis bajas que permite controlar plagas importantes en cultivos como el maíz.