(Agraria.pe) Kimitec y HYPONeX JAPÓN han firmado un acuerdo de distribución exclusivo para llevar la biotecnología natural desarrollada en Europa al corazón de la agricultura japonesa. Esta alianza estratégica permitirá la introducción de soluciones agrícolas sostenibles, eficaces y sin residuos químicos en uno de los mercados más exigentes del mundo.
Gracias a esta colaboración, HYPONeX JAPAN, empresa líder en el sector agrícola japonés, se convierte en un socio clave para la expansión de Kimitec en Asia, aportando su profundo conocimiento del mercado local y su red de distribución nacional. Kimitec, a su vez, acerca a los agricultores japoneses la innovación desarrollada en el Centro de Innovación MAAVi, el mayor centro de biotecnología natural de Europa, centrado en sustituir los productos químicos sintéticos sin comprometer la productividad ni la rentabilidad.
Yasutoyo Murakami, presidente de HYPONeX JAPAN, afirmó: «Japón se enfrenta a nuevos desafíos en la agricultura, como el cambio climático y la transformación del entorno natural. Este acuerdo promueve soluciones sostenibles que apoyan a los agricultores sin comprometer la calidad ni la rentabilidad».
Alejandro de las Casas, Director Comercial de la División Agro de Kimitec, afirmó: «Esta alianza refuerza nuestro compromiso global con la agricultura natural, eficaz y sostenible. Japón representa un mercado clave por sus exigencias tecnológicas y su compromiso con la calidad».
Stéphane Chabierski, gerente de área de Asia-Pacífico en Kimitec, afirmó: «Esta alianza aporta soluciones biológicas avanzadas a Japón, ayudando a los agricultores a mejorar la salud del suelo, responder mejor a los desafíos climáticos y aumentar la productividad de los cultivos, reduciendo al mismo tiempo la dependencia de los insumos químicos».
Este acuerdo forma parte de la estrategia internacional de Kimitec para acelerar la transición hacia un nuevo modelo agrícola basado en la biotecnología natural, alineado con los objetivos globales de sostenibilidad y seguridad alimentaria. Japón, uno de los países tecnológicamente más avanzados del mundo, se convierte ahora en un escenario clave para demostrar que la innovación natural puede competir con los estándares agrícolas convencionales e incluso superarlos.