(Agraria.pe) La agroindustria es uno de los pilares económicos de La Libertad, pero su crecimiento enfrenta una amenaza creciente: la delincuencia organizada. Empresas y trabajadores se han vuelto blanco de bandas criminales que operan bajo amenazas, violencia y extorsiones, generando pérdidas millonarias y afectando la producción.
“La seguridad patrimonial ya no es una opción, es una necesidad urgente para proteger el desarrollo de este sector”, advierte Christopher García, director de operaciones de GRAND Security Services.
Los delitos no solo provocan pérdidas económicas, sino que también generan inestabilidad laboral y afectan la competitividad internacional de las agroexportadoras. Las extorsiones, los cupos y la infiltración de delincuentes en los procesos internos son solo algunos de los riesgos que hoy enfrentan.
Frente a esta situación, empresas especializadas en seguridad recomiendan tomar algunas medidas estratégicas como la gestión de riesgos para anticipar amenazas, desarrollar planes de contingencia y reacción inmediata ante incidentes, intensificar el monitoreo y vigilancia continua mediante tecnología avanzada, además de agentes de seguridad entrenados en protocolos de emergencia.
“Blindar las operaciones agroindustriales no solo significa proteger activos, sino también cuidar a las personas y garantizar la continuidad de la producción”, agregó García.
La crisis de seguridad sin duda impacta en la actividad agroindustrial, por ello exige un trabajo articulado entre autoridades, empresas y la comunidad.
Fuente: diariocorreo.pe