(Agraria.pe) Perú, con 73 millones de hectáreas de cobertura boscosa, lo que equivale al 60% del territorio nacional, se ubica como el cuarto país con mayor extensión de bosque tropical en el mundo. Estas zonas concentran la mayor biodiversidad del planeta, que provee de bienes y servicios vitales como la disponibilidad de agua, regulación de clima, entre otros.
De acuerdo con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), más del 25% de los medicamentos modernos provienen de los bosques tropicales. Así, en el país tenemos a la Cinchona (quina o cascarilla), usado contra la malaria; Uncaria tormentosa (uña de gato), utilizada como antioxidante; sangre de grado (Croton lechleri), empleado por su efecto antiulceroso y cicatrizante, y el chuchuhuasi (Maytenus macrocarpa), por sus efectos analgésicos.
“Las comunidades indígenas usan las plantas medicinales como parte de sus conocimientos, pero a través de un uso sostenible y legal de estos recursos naturales pueden generar ingresos económicos a las familias que viven en los bosques tropicales” resaltó el Serfor.
Es el caso de la Asociación de Productores de Plantas Medicinales “Ampik Sacha” de San Martín que han desarrollado una cadena de valor de la uña de gato y la sangre de grado (Croton lechleri), por lo que fueron reconocidos con la “Medalla Ministerio de Agricultura y Riego” 2020 en la categoría de productor forestal.
“Desde el Serfor promovemos que los bosques sean valorados y reconocidos como patrimonio irremplazable en beneficio de la humanidad. Contar con información de nuestros bosques es importante, por lo cual se realizó, en 22 departamento del país, el Inventario Nacional Forestal y de Fauna Silves (INFFS), a fin de conocer el estado de nuestros bosques y tomar mejores decisiones respecto al manejo y gestión de nuestros recursos”, informó la entidad.
Cabe resaltar que la Organización Panamericana de la Salud ha indicado que en Perú, a pesar de la demostrada importancia del estudio de la farmacología en las plantas medicinales, el grado de investigación en este ámbito está en desarrollo, en comparación con lo avanzado en el campo de los medicamentos.
Un primer paso positivo en la estructuración de esta información es el INFFS que realizó más de 37 mil registros de especímenes vegetales en el país. En la Selva Baja (Loreto, Ucayali y Madre de Dios), es donde se presentan la mayor cantidad de especies de flora.