Cerca de 9 millones de hectáreas de la Amazonía peruana ya se han perdido a causa de la deforestación. De esta superficie total, un millón y medio de hectáreas pertenecen a cultivos agrícolas y una tercera parte al café que se siembra con diferentes niveles de tecnología.
(Agraria.pe) El Plan Nacional de Acción del Café Peruano que será presentado este 11 de octubre durante la realización de la feria Expo Café 2018, tiene entre sus objetivos garantizar la sostenibilidad de este cultivo bandera y su puesta en marcha constituye una oportunidad para generar más empleos, reducir la deforestación y luchar contra el cambio climático.
Al respecto, María del Carmen Sacasa, coordinadora residente del Sistema de las Naciones Unidas y representante residente del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Perú, sostuvo que hoy en día el mercado exige por parte de los consumidores un café de mayor calidad y sostenibilidad.
“Consideramos que el Plan Nacional de Acción del Café es una oportunidad para generar un marco de políticas públicas, generar más empleo, evitar la deforestación y, a su vez, contribuir con medidas de adaptación y mitigación del cambio climático. Todo esto en el marco de la agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible”, manifestó.
Un café amigo de los bosques
Para el PNUD, un café en armonía con los bosques es posible en el Perú. Este grano, que crece en el corazón de la Amazonía, es el principal cultivo de exportación del país, el sustento de más de 220.000 familias de pequeños productores y, si se cultiva de manera sostenible, un aliado en la conservación de los ecosistemas. Las familias peruanas ya están trabajando por un café más sostenible.
La caficultura en el Perú está en manos de pequeñas familias, que son responsables de que podamos disfrutar de una buena taza de café. Estas familias, de las cuales el 85% no cuenta con más de 5 hectáreas de cultivo, se encargan de un complejo proceso que va desde la siembra, la producción, la cosecha hasta la poscosecha en pequeñas parcelas.
Impacto en la Amazonía
El PNUD reveló que cerca de 9 millones de hectáreas de la Amazonía peruana ya se han perdido a causa de la deforestación. De esta superficie total, un millón y medio de hectáreas pertenecen a cultivos agrícolas y una tercera parte al café que se siembra con diferentes niveles de tecnología.
En la mayoría de las plantaciones de café, el abandono de parcelas con suelos agotados y la apertura de nuevas áreas mediante prácticas agresivas como la tala y quema han afectado la estabilidad de los bosques, de los suelos y de las fuentes de agua.
La hora del café
La demanda mundial está creciendo hacía un café sostenible, libre de deforestación y de buena calidad. Las grandes empresas vinculadas al café exigen productos ambientalmente responsables y amigables con la biodiversidad.
La producción de café bajo sistemas agroforestales es una oportunidad valiosa para la conservación de la Amazonía, dado que ayuda a que se mitigue el impacto de la pérdida inicial del bosque.
En un sistema agroforestal, el café se asocia con arbustos, árboles maderables, frutales o de uso múltiple e incluso pastos y flores que permiten al agricultor diversificar sus ingresos, mantener un microclima favorable, conservar la biodiversidad y los ecosistemas.
El futuro del café
El futuro del café depende de una estrategia basada en ecosistemas sostenibles, donde los sistemas de producción se integren en un contexto más amplio, potenciando los medios de vida y tomando en cuenta el medio ambiente.
Para contribuir a ese futuro, el PNUD en el Perú, a través del Programa de Commodities Verdes, financiado por la Cooperación Suiza (SECO), apoya al Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) y al Consejo Nacional del Café a desarrollar una visión conjunta y un Plan Nacional de Acción del Café Peruano que mejoren la competitividad y la sostenibilidad del café.
De manera articulada con el sector público, privado, socios para el desarrollo y sociedad civil, se trabaja por una caficultura moderna, competitiva, rentable y sostenible que beneficie directamente a las familias cafetaleras y al conjunto de actores de la cadena.
Este plan incorporará las consideraciones ambientales que permitan incrementar la productividad y la calidad del café con prácticas amigables con el medio ambiente. El resultado: se conserva la Amazonía y el buen sabor de un café, ahora aliado de los bosques.
Fuente: Andina