Perú, al igual que otros países de renta media, ha dejado de ser solamente beneficiario de cooperación internacional para convertirse en donante de cooperación.
(Agraria.pe) Erradicar el hambre, fomentar el uso sostenible de los recursos naturales, la adaptación al cambio climático y la gestión de riesgos, y fortalecer el desarrollo rural y la agricultura familiar son las prioridades que los gobiernos de América Latina y el Caribe (ALC) señalaron a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), durante la Conferencia Regional realizada en Ciudad de México.
Los gobiernos de la región acordaron medidas para dar una respuesta a los 34 millones de personas que aún viven con hambre en la región. "América Latina y el Caribe se ha propuesto acabar con el hambre y la malnutrición en menos de diez años y FAO trabajará codo a codo con los países para lograrlo", dijo el director general de la FAO, José Graziano da Silva.
En los próximos dos años, la FAO implementará una iniciativa centrada en apoyar los principales estrategias de seguridad alimentaria de la región, como la Iniciativa América Latina y el Caribe Sin Hambre y el Plan de Seguridad Alimentaria, Nutrición y Erradicación del Hambre de la CELAC. "Los países han sido muy claros: la prioridad regional es erradicar el hambre al año 2025, y FAO dedicará todos sus esfuerzos a convertir este sueño en una realidad", dijo Graziano da Silva.
Perú une sus esfuerzos con FAO para acabar con el hambre
Durante la Conferencia, la FAO firmó un Acuerdo con el Perú para fortalecer sus rol como socio estratégico en la lucha contra el hambre.
José Graziano Da Silva, resaltó la importancia de este Acuerdo que "simboliza el reconocimiento al crecimiento y a las nuevas capacidades del Perú". Recordó que el Perú, al igual que otros países de renta media, ha dejado de ser solamente beneficiario de cooperación internacional para convertirse en donante de cooperación a través de sus experiencias exitosas. "El Perú es ahora un socio estratégico de la FAO en la promoción de sistemas agroalimentarios sostenibles y en la erradicación del hambre y la pobreza".
Por su parte, la directora ejecutiva de la Agencia Peruana de Cooperación Internacional (APCI), Rosa Herrera, reconoció que "la Cooperación Sur-Sur contribuye a posicionar al Perú en el escenario internacional, porque somos capaces de proveer Cooperación Sur-Sur con servicios en los que somos altamente competitivos".
Enfatizó, además, la importancia de este Acuerdo porque la Cooperación Sur-Sur "como instrumento innovador de política exterior para apoyar a los países que lo requieren cobra especial relevancia en el marco de la agenda de desarrollo post-2015".
Por su parte, el viceministro de Políticas Agrarias del Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri), César Sotomayor, expuso ante sus pares de los 33 países de la Región, avances del Perú en materia de uso sostenible de recursos naturales, gestión de riesgos y adaptación al cambio climático.
El viceministro se refirió a los esfuerzos del país para la prevención y mitigación por los efectos adversos del Fenómeno El Niño y compartió con los ministros y viceministros presentes el Plan 2015-2021, que incluye el Plan de Acción de Lluvias e Inundaciones, con 587 actividades programadas por S/.648 millones, y el Plan de Sequías.
Una respuesta integral al cambio climático
En respuesta al mandato de los países, la FAO desarrollará una iniciativa regional prioritaria que fomentará el uso sostenible de los recursos naturales, la adaptación al cambio climático y la gestión del riesgo de desastres. Esta iniciativa prestará especial atención al Corredor Seco de Centroamérica, donde millones de personas han visto su seguridad alimentaria afectada.
"En el pasado, la sequía del Corredor Seco era un fenómeno cíclico asociado a El Niño. Hoy, el cambio climático ha hecho que las sequías sean más erráticas, prolongadas e impredecibles," explicó Graziano da Silva.
Los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo, muchos de los cuales se encuentran en el Caribe, también requieren apoyo urgente, ya que para ellos el cambio climático presenta la mayor urgencia.
El titular de la FAO llamó a los países a ratificar el acuerdo internacional llamado Estado Rector del Puerto, que busca combatir la pesca ilegal. Se requiere que cinco países más lo ratifiquen durante el 2016 para que entre en efecto.
"Este tratado puede ser una poderosa herramienta para fomentar el desarrollo sostenible, y se trata de una urgencia de primera necesidad para los Pequeños Estados Insulares", explicó.
Detener el auge de la obesidad
Durante la Conferencia, la FAO firmó dos acuerdos, uno con la organización Panamericana de la Salud (OPS) y otro con Consumers International, encaminados a luchar contra el aumento de la obesidad y el sobrepeso en la región.
Según datos de la OPS, el 56% de los adultos en América Latina y 44% en el Caribe viven con sobrepeso. Para enfrentar esta situación, FAO y OPS firmaron un convenio para fortalecer las políticas regionales de erradicación de la malnutrición e implementar las recomendaciones de la Conferencia Internacional sobre Nutrición (CIN2) y la nueva Agenda de Desarrollo Sostenible.
FAO también firmó un acuerdo con Consumers International, que buscará, en palabras Graziano da Silva, "convertir el acto de consumir y comprar en un acto de ciudadanía consciente, que considere desde los aspectos relativos a la salud y la nutrición hasta sus impactos medioambientales".
Desencadenar el potencial rural
La pobreza sigue afectando al 47% de los habitantes de las zonas rurales de la región, una tasa que duplica la de las áreas urbanas.
En respuesta a la solicitud de los países, FAO implementará una iniciativa centrada en promover la agricultura familiar, los sistemas alimentarios inclusivos y el desarrollo rural sostenible.
Esta Iniciativa facilitará el acceso de los agricultores familiares a activos, servicios financieros y no financieros, fortaleciendo sus organizaciones de productores.
Además, articulará las políticas de protección social con los programas productivos, estimulando las compras públicas a la agricultura familiar, los circuitos cortos de producción y la mejora de los sistemas públicos de abastecimiento.
Para evitar los ciclos de empobrecimiento producto de crisis, esta iniciativa trabajará para mejorar la resiliencia de los hogares rurales a los shocks y emergencias.