Proyecto científico busca además reconocer todas las variedades de la especie y clasificar sus propiedades medicinales para revalorarla a nivel nacional.
(Agraria.pe) A pesar de ser una imagen emblemática, el árbol de la quina ha sido puesto al borde de la extinción en las últimas décadas, ya sea por la preferencia por otras especies exóticas o por la ampliación descontrolada de la frontera agrícola en zonas que le estaban reservadas.
Esa historia sin embargo está cambiando. El Ing. Alejandro Gómez Silvera, investigador del Instituto Nacional de Innovación Agraria (INIA), comentó a Agraria.pe que se encuentra desde hace un año liderando un trabajo de restauración de este histórico árbol en el distrito de Cañaris, región Lambayeque.
“Se trata de un árbol histórico, simbólico y medicinal que representa la riqueza de la flora de nuestro país y que lamentablemente se ha estado extinguiendo por desconocimiento y ampliación de la frontera agrícola en lugares donde nunca debió intervenir”, señaló.
Explicó además que como parte de este proyecto denominado “Metodología y diseño para restaurar el ecosistema forestal del árbol de la quina y especies nativas asociadas mediante plantaciones, manejo forestal sostenible y transferencia tecnológica”, el INIA trabaja en la identificación botánica de todas las especies de la quina que existen en la costa noroeste del país.
La labor incluye el estudio bromatológico de la especie para determinar el porcentaje de alcaloides o taninos extractivos que tiene la corteza y conocer así sus propiedades medicinales. No hay que olvidar que este árbol fue usado por los incas y pre incas para tratar enfermedades sobre todo febriles, así como la gangrena y preparados digestivos.
“Este trabajo lo iniciamos en el INIA hace un año y tenemos por delante un año más para identificar todas las especies de “cascarilla” o quina que tenemos en esta zona del país con sus respectivas propiedades medicinales. Nos interesa además la transferencia tecnológica. Como investigadores nuestra tarea es transferir conocimientos a los gobiernos locales y regionales para que ellos amplíen esta labor”, comentó el Ing. Gómez.
Cabe señalar que el INIA está invirtiendo en este tarea un total de S/ 678.000, y, como explica el líder de la iniciativa, tiene el objetivo a largo plazo de ver nuevamente reforestados los campos con especies nativas para ayudar a mitigar el cambio climático en el país.
*Foto referencial de trabajos con la quina en Cañaris de las Universidades Federico Villareal y Nacional de Trujillo.