30 junio 2017 | 09:30 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Reflexiones de Nicole Bernex, especialista en el estudio de recursos hídricos

“Cuando hay agua en cantidad y calidad, hay paz social”

“Cuando hay agua en cantidad y calidad, hay paz social”

Preservar los ecosistemas altonadinos es vital pues otorgan seguridad hídrica, física, económica, alimentaria y energética. 

(Agraria.pe) Los ecosistemas altoandinos deben ser una preocupación de primer orden para el país pues de ellos dependen la seguridad alimentaria, económica e hídrica de diversas zonas del país. Es el mensaje que llevó Nicole Bernex, doctora en Geografía de la Universidad de Montpellier y especialista dedicada durante muchos años al estudio de los recursos hídricos en Perú, al Taller de Siembra y Cosecha de Agua de Sierra Azul desarrollado el pasado miércoles en la Universidad Nacional Agraria La Molina.

“Cuando hablamos de ecosistemas altoandinos hablamos de toda la fauna, queñuales, bofedales y humedales –explicó la investigadora-; y los ecosistemas son vulnerables y encierran saberes ancestrales con apus como el Pariacaca, que cada vez se deshiela más. Es triste ver cómo cada vez más bofedales y humedales se vuelven menos verdes. El agua, como dicen los antiguos, es un ser vivo, base del sistema de vida, un derecho de cada persona”. 

Bernex abogó por una gestión de estos ecosistemas ante amenazas naturales como el cambio climático, la contaminación natural y las sequías prolongadas, frente a las cuales muchas veces no se hace nada. Puso como ejemplo los bofedales de la sierra de Lima, donde se saquea el musgo dejando la zona vulnerable y expuesta a la erosión. 

“Los ecosistemas son fábricas de vida, los servicios que brindan para nuestro bienestar es gratuito, nunca un ecosistema ha pasado factura, pero cuando construimos servicios de potabilización de agua sí lo hacemos”, acotó.

Por ello, pidió que se entienda a los ecosistemas, con el agua como elemento fundamental de su funcionamiento, como infraestructuras verdes que son indesligables de la vida de las comunidades pues brindan seguridad hídrica y física, una función que peligra con actividades como el sobrepastoreo y deforestación con las que el suelo pierde la posibilidad de retener el agua. 

“Un ecosistema andino bien manejado brinda seguridad económica porque al asegurar el agua asegura toda la actividad productiva, ganadera, industrial. Sin agua no hay posibilidad de buena productividad… Necesitamos cuidar los ecosistemas para generar la seguridad hídrica, física, económica, alimentaria y energética”, sostuvo, y agregó: “Un ecosistema bien manejado revela que la calidad de las aguas está relacionada con la salud, y cuando hay agua en cantidad y calidad, hay paz social”. 

Nicole Bernex pidió mayor apoyo de las políticas públicas para preservar estos elementos y puso en relieve que desde el 2005 se hace mayor investigación a nivel ecológico y que desde el 2010 se integra todo lo referido al saber ancestral con las innovaciones tecnológicas de hoy. En ese sentido, destacó a los departamentos de Cajamarca y Cusco por sus estudios sobre bosques altoandinos. 

“Una cocha bien manejada es reflejo de una comunidad viva que ama a su tierra y trabaja para ella y sus hijos”, remató.