(Agraria.pe) La producción de arándanos se ha incrementado en el Perú, pues el valor de las exportaciones solo en el primer trimestre aumentó un 119% de manera interanual, según la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria.
Este crecimiento en la producción ha ocasionado el reconocimiento del país como uno de los mayores exportadores de arándanos en el mundo, debido a los volúmenes producidos y calidad de cultivo. Su rendimiento está relacionado estrechamente con los beneficios del correcto uso del agua, por lo que ¿cuáles aspectos considerar para un riego óptimo? Sebastian Ochoa, embajador de la Academia de Riego de Kilimo y especialista en cultivos de arándano, responde esta pregunta brindando cuatro puntos claves a considerar.
Controlar la cantidad y calidad del agua
El arándano es un tipo de cultivo que enfrenta periodos críticos donde el agua no le puede faltar como, por ejemplo, las semanas posteriores a la caída de los pétalos. Y es que debido al sistema radicular que poseen, son muy propensas al estrés hídrico, por lo que hay que ser eficientes y precisos con el riego. Sin embargo, no todo es la cantidad, sino también la calidad del agua, pues no tolera la salinidad ni el exceso de algunos iones. Es clave conocer su calidad para reducir el impacto negativo que pueda tener en las características del suelo y en la posibilidad del desarrollo de las raíces.
Definir una adecuada estrategia de fertirriego
Otro aspecto clave a considerar dentro del riego es el proceso de suministro de nutrientes. Es conocido que las raíces del arándano tienen poca capacidad de absorción, por lo que una buena estrategia de fertirriego es fundamental para lograr la calidad en el fruto. Dentro de los análisis que el productor debe realizar para una correcta nutrición, destacan la del suelo y la foliar, así como uno para encontrar el balance químico en la solución nutritiva del suelo, siendo esta última la más periódica a realizar.
Propiciar una mejor temperatura del suelo
La raíz del arándano tiene una tasa de respiración de hasta 7 veces mayor que su parte aérea. Por eso es importante no solo tener un suelo bien aireado, sino con una óptima temperatura para evitar una costra superficial que termine perjudicando el crecimiento de la planta. El empleo de acolchados como plásticos, acolchados orgánicos y enarenados dentro del proceso de cultivo puede ser una de las soluciones. El uso de estos mantiene la temperatura del terreno, mejorando sus condiciones para que la raíz pueda tener un mejor desarrollo.
Fomentar estrategias para el desarrollo radicular
Para el embajador de la Academia de Riego de Kilimo, este es uno de los cultivos más complejos que existe en temas de riego, debido a las características propias de la planta. Por ese motivo, sugiere no solo contemplar lo expuesto anteriormente, sino estrategias adicionales, sobre todo aquellas que promuevan el desarrollo radicular del cultivo. El empleo de enraizantes o estimulantes para el desarrollo de la raíz, así como la aplicación de calcio de manera periódica pueden ser algunas de las soluciones para conseguir el éxito dentro de una campaña.
"Con ayuda de la tecnología, ajustar el riego en los cultivos ha dejado de ser complicado, a pesar de que existen frutos con una alta sensibilidad hídrica como los arándanos. Utilizando tecnologías se ha comprobado un ahorro de hasta el 25% del recurso hídrico que se traducen en 1559 horas menos de riego y una disminución del 11% de energía en lo que respecta a la producción del cultivo", finalizó Ochoa.