"En el Perú ya existe un mapa de la pobreza, el Estado solo tiene que direccionar esfuerzos económicos y energéticos para mejorar sus capacidades productivas y su nivel de vida”.
Por Raúl Yaipén Carranza
Lima, 8 Junio (Agraria.pe) Si bien es cierto que el uso de las energías renovables (ER) en el mundo ya tienen alrededor de 20 años, en el Perú recién están notando su importancia y beneficios que esta actividad podría brindar hacia los pequeños productores.
Aunque aún en nuestro país este proceso tomará un tiempo relativamente largo de adaptación, según los especialistas.
En ese sentido, Agraria.pe entrevistó a Enrique Conrado Chávez Paredes, ingeniero en Industrias alimentarias de la Universidad Nacional Agraria la Molina, doctorado en tecnología alimentaria de la Universidad Autónoma de Barcelona y especialista en energías renovables, respecto de las necesidades, políticas, sostenibilidad e implementación de sistemas energéticos renovables en el Perú.
Según el especialista, para instalar con éxito sistemas de energías renovables en el Perú, primero tenemos que solucionar las necesidades básicas de los pobladores en las zonas rurales, y luego establecer políticas de Estado que ayuden a la construcción de módulos energéticos que brinden un apoyo productivo en la zona.
“El Perú tienen un enorme potencial de desarrollo ya que nos encontramos en la parte central del llamado cinturón solar, que está comprendido entre los 30 y -30º en el Ecuador. Siendo el viento y el sol los mayores recursos aprovechables por este tipo de tecnología”, indicó Chávez Paredes.
Estrategia Política y Desarrollo Rural
“Implementar desarrollo rural con inclusión social no es una utopia, se puede generar nuevas capacidades y formar a los agricultores en gestión de sus recursos naturales”.
Chávez señaló que en el país se necesitan hacer estudios específicos de capacidades productivas y articularlas con las necesidades y exigencias de la población rural.
“Existe un mapa de la pobreza, el Estado solo tiene que direccionar esfuerzos económicos y energéticos para mejorar sus capacidades productivas y su nivel de vida”.
Asimismo, aseveró que en el país se pueden desarrollar diversos tipos de energías renovables, pero las que mejor se adaptan a nuestras necesidades son, en principio, las eólicas, que se podrían dar en la costa del Perú, Chincha, Cañete, Ica; entre otros.
Destacó además, la energía solartérmica que se podrían instalar en toda la sierra y, además, la energía solar que podría servir entre otras cosas, para mejorar la calidad de algunos productos que necesiten secado al sol.
Sostenibilidad de los proyectos
“El agricultor en las zonas rurales –definitivamente- solo no lo va hacer, es el Estado quien tiene un papel importante para implementar este sistema, priorizando la asociatividad y dándole mayor valor agregado a los productos que en la zona se cultivan, pudiendo mejorar con los proyectos energéticos su rentabilidad y que a su vez éstos puedan hacerse sostenibles en el tiempo”, precisó Chávez Paredes.
Si bien es cierto existen en las zonas rurales un sin numero de necesidades, el especialista considera que la energía eléctrica es una de las más importantes, es necesaria para poder clasificar, embalar y secar sus productos, pero –según afirma- este recurso se encuentra centralizado en las zonas urbanas, generando un mayor gasto logístico en el proceso de sus cultivos, encareciendo los productos finales.
“Es necesario implementar -de la mano con la infraestructura- la capacitación en recursos energéticos, si cambiamos desde un inicio el chip que nos permita utilizar las energías renovables como parte de nuestro quehacer diario, funcionarían mejor, orientándolas hacia la producción de cultivos que se dirijan a mercados que requieran de productos cultivados con ER”, precisó.
Asimismo, el experto indicó que el mercado europeo está cada día más orientado a consumir productos que se cultiven de manera orgánica y que en sus procesos hayan utilizados energías renovables, estas condiciones unidas al comercio justo significarían una diferenciación muy importante para los productos peruanos de exportación, aseveró.
Facilitación del Estado y la contrapartida de la población
Según indicó Chávez Paredes, todo proyecto de desarrollo promocionado por el Estado se tiene que dar con una contrapartida del beneficiario o productor que utilice el servicio, ya que –según afirmó- si se les regala se despilfarra y nunca le darían el valor que se debe.
“Es preciso señalar que en algunas zonas es inevitable que el Estado subvencione la totalidad del servicio, pero este tienen que estar estudiados al milímetro y focalizado en lugares de extrema pobreza para que puedan sentir la labor inclusiva del aparato estatal”, indicó Chávez.
Para el especialista, para iniciar proyectos de esta envergadura, se tiene que hacer una evaluación a nivel nacional de las necesidades productivas en las zonas más pobres y en función a eso, focalizar proyectos de desarrollo, integrados y elaborados por los actores de la comunidad.
Finalmente, el especialista indicó que los gobiernos locales y regionales y los ministerios competentes, que cuentan con presupuesto, deberían ser los actores principales en este desarrollo, se necesita capacidad de gasto en proyectos que generen y no se conviertan en obras elefantiásicas sin ningún beneficio.
“Cuanto más involucrados haya en el proceso, es mejor para llegar a tener acuerdos importantes y hacer participar a los involucrados en objetivos a mediano y largo plazo que generen sostenibilidad y rentabilidad”, concluyó Chávez Paredes.