(Agraria.pe) El Perú tiene una frontera agrícola de más de 60.000 hectáreas de palta hass y de esa cantidad unas 24.000 hectáreas están en manos de pequeños productores quienes viven del cultivo que cada año crece de manera constante y se vende a diferentes mercados de Europa, Estados Unidos, Asia y Latinoamérica.
La información la ofreció el presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Palta Hass del Perú - ProHass, Juan Carlos Paredes Rosales, al Servicio para el Desarrollo Integral Rural (Sedir). ProHass también tiene data sobre que del total de 23.715 productores de palta Hass, el 94%, es decir 22.189, son pequeños agricultores que poseen de 0 a 5 hectáreas del mencionado cultivo. Es decir, el 94% de productores está conformado por pequeños agricultores que poseen más de 1 tercio de las hectáreas de cultivo, mientras que el otro 6%, conformado por grandes fundos y empresas, tiene la propiedad de dos tercios del total de hectáreas de palto que existen en Perú.
“Vemos el impacto social que tiene el cultivo de la palta. El reto no solo es para el exportador grande, también para la pequeña agricultura familiar. Ahora, tenemos que ser más eficientes con la mano de obra, incrementar la productividad (mayores toneladas por hectárea) y un uso responsable de los pesticidas. La palta es un cultivo muy noble”, remarcó Paredes Rosales. También señaló que en 2023 el cultivo del palto crecería en un 13% con el aporte importante de los agricultores de la sierra.
Cifras de exportación
Según cifras de Adex Data Trade, procesadas por Sedir, en 2022 se exportaron 582.507 toneladas de palta, de las cuales el 97 % fue de la variedad Hass. Además, de esa cifra, 28.480 toneladas corresponden a la región Áncash de campos ubicados en Moro, valle de Nepeña y Casma. Solo en los distritos de Moro, Cáceres del Perú-Jimbe, Pamparomás y Nepeña existen 1700 hectáreas de palto en manos de aproximadamente 1800 pequeños productores.
El presidente de ProHass también indicó que una de las principales afectaciones que ha generado el ciclón Yaku es a las carreteras que se han interrumpido por los huaicos y deslizamientos de tierra como consecuencia de las constantes lluvias. Esta situación dificulta sacar los productos de los campos.
“Es difícil precisar cuántos campos se han perdido (producto de los huaicos), pero el daño más grave es a la infraestructura vial que hace imposible sacar la fruta (de los campos)”, comentó.
Sedir ha informado que algunos pequeños productores de Moro perdieron varias hectáreas de cultivo que enterraron los huaicos y, además, la infraestructura de riego también se afectó seriamente.
