(Agraria.pe) Hoy, 8 de marzo, se conmemora el “Día Internacional de la Mujer”, cuyo tema en la presente edición es “Mujeres líderes: Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19”, donde se busca destacar los esfuerzos realizados por mujeres de todo el mundo a la hora de definir un futuro más igualitario y en la recuperación ante la pandemia, ya que se encuentran al frente de la batalla como trabajadoras del sector de la salud en primera línea (médicas, enfermeras, técnicas), y como científicas y cuidadoras.
La Organización de las Naciones Unidas dedicada a promover la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres (ONU Mujeres), destaca que las mujeres son quienes organizan movimientos diversos e inclusivos a favor de la justicia social y la igualdad en todas partes del mundo. “Con la participación y el liderazgo plenos y efectivos de las mujeres en todos los ámbitos de la vida se consigue el progreso para todo el mundo”, sostiene la entidad.
Agraria.pe conversó con dos especialistas que han dedicado su vida a las ciencias agrarias y hacen posible con su esfuerzo el desarrollo de dicho sector: Lucía Pajuelo Cubillas (LPC), Ingeniera Agrónoma, con experiencia en certificación y regulación en semillas, cuenta con Maestría en Ciencia y Tecnología de Semillas en la Universidad Federal de Pelotas – Brasil; y Susana Chumbiauca Mateo, Ingeniera Agrónoma con experiencia en el tema regulación y laboratorio de análisis de semillas, cuenta con Maestría en Ciencia y Tecnología de Semillas en la Universidad Federal de Pelotas - Brasil.
¿Cómo se inició en el mundo de las ciencias agrarias?
LPC: Cuando me tocó decidir qué carrera seguir, estaba muy desorientada y escogí una carrera en temas contables (típica de mi generación). Sin embargo, pese a que reconozco que esta carrera es muy importante para que las empresas funcionen, no identificaba cómo aportaría con esto a la sociedad. Es ahí cuando identifico que la agronomía, una profesión a través de la cual se hace disponible alimento para las personas, era lo que quería hacer.
SCM: En mi caso, desde pequeña y con mi familia, tuve mucho acercamiento a campos de árboles frutales y agrícolas, las experiencias de la vida en el campo influyeron mucho en mi elección por la agronomía.
¿Fue difícil ser investigadora en un campo dominado por hombres?
LPC: En las empresas y/o instituciones que laboré no ha habido estas circunstancias.
SCM: En mi experiencia, con la convicción del valor de nuestros conocimientos y del servicio a los agricultores hemos logrado ejecutar labores y concretar trabajos de investigación en el ámbito agrario, con el acompañamiento y apoyo emocional de nuestras familias.
Aunque es necesario indicar que el entorno social y económico muchas veces no nos brindan las facilidades para encontrar un trabajo con una remuneración que nos permita sacar adelante a nuestras familias.
¿Alguna vez sintió discriminación por ser mujer en sus centros de labores?
LPC: Debo decir que no. Desde el principio he tenido mucha suerte al tener jefes con mente abierta y que depositaron toda su confianza en mi trabajo. Solo como anécdota puedo comentar que para mi primer trabajo, cuando me citaron porque necesitaban a una persona que tuviera la experiencia en la que en ese momento estaba haciendo mis prácticas, el gerente mencionó: “me dijeron que había un ingeniero para cubrir el puesto, pero vino usted” queriendo decir en realidad “pero vino una mujer”. Me quedé laborando y ascendí de puesto en este trabajo por más de 10 años.
SCM: No, en los lugares donde he laborado y con el apoyo de mis jefes he podido demostrar mis capacidades. Más aún con la experiencia de tener una jefa investigadora que fue un ejemplo para mí en cuanto a conocimientos y valores.
¿El trabajo le impidió compartir momentos importantes con su familia?
LPC: El trabajo en general ha sido muy absorbente y me ha obligado a realizar viajes continuamente, más aún cuando en paralelo he llevado estudios de posgrado y otros de actualización. Sin embargo, durante todo este tiempo he procurado que los momentos importantes que tenía que compartir con mi familia sean “sagrados” de tal forma que no me ausente.
SCM: Nuestro compromiso con el trabajo de investigación en muchas ocasiones ha implicado un mayor número de horas en el trabajo o el desplazamiento a otras regiones, aunque siempre hacemos lo posible por balancear tiempo con nuestra vida familiar.
Ha sido importante tener el apoyo de nuestras familias para el desarrollo de nuestras actividades tanto en el trabajo como en la mejora de capacidades.
¿Qué siente al ver ahora a muchas mujeres haciendo ciencia y contribuyendo al desarrollo del sector agrario?
LPC: Cada vez que leo alguna noticia, me siento muy orgullosa de ser mujer y de que haya oportunidades para muchas mujeres que realmente demuestran que son muy competentes, innovadoras y toman decisiones.
SCM: Mucho orgullo de que en los últimos años se observe una mayor participación de la mujer en el sector agrario. Esto evidencia que es necesario que nuestras políticas incorporen incentivos para la mayor participación de la mujer en la ciencia.
¿Qué aporte diferencial entrega la mujer con respecto al hombre a las ciencias del campo?
LPC: No creo que haya aportes diferenciales ni en este ni en otro oficio, lo importante es dar oportunidades, seas hombre o mujer, ahí todos aportan, todos innovan.
SCM: Todos como individuos únicos podemos aportar desde nuestra experiencia de vida, mas es cierto también que se requiere mayor participación de las mujeres, considerando que es necesario una mirada integral de la situación del sector agrario en nuestras diferentes regiones, para poder concretar acciones que coadyuven al mejor trabajo del hombre y la mujer en el campo.
¿Conoce de programas de incentivo para la participación femenina en su organización?
LPC: Actualmente soy independiente, pero en las empresas y/o instituciones en las cuales he laborado no ha habido programas de incentivo, pienso que no ha sido necesario.
SCM: Hasta mayo del 2020 laboré en el Instituto Nacional de Innovación Agraria y no conocí de un programa de incentivo para una mayor participación femenina. A través del Consejo Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación Tecnológica (Concytec), he tomado conocimiento de premios dirigidos a mujeres investigadoras.
Consideramos muy importante que se mejoren las condiciones para que los proyectos de investigación contengan ítems que permitan una participación en condiciones de igualdad de hombres y mujeres.
II Curso Virtual “Introducción a la Ciencia y Tecnología de Semillas
Ambas especialistas, además de expertos internacionales, serán expositores en el II Curso Virtual “Introducción a la Ciencia y Tecnología de Semillas”, que organiza la Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional Agraria La Molina (UNALM) y que se realizará del 25 al 27 de marzo.
El objetivo del curso es formar a los profesionales agrarios y todos los interesados en el tema de ciencia y tecnología de semillas, una actividad estratégica para los países y cuya especialidad aún no se brinda en el Perú. El inicio de la actividad agrícola con el uso de semillas de alta calidad es un paso muy importante para asegurar la inversión agraria, así como la disponibilidad adecuada de alimentos en cantidad y calidad.
La importancia de las semillas en sistemas agrícolas radica en que la semilla es el insumo que determina la obtención de campos con plantas que muestren las características del cultivar elegido, que estén libres de plagas procedentes de la semilla, que sean sanas, vigorosas y no vengan acompañadas de material inerte o semillas de malezas u otros cultivos. Estas características se traducen en un mayor potencial de productividad agrario, así como un resguardo a nuestra inversión de recursos humanos, suelo, fertilizantes y pesticidas.
Los últimos datos que se tiene, que corresponden a la campaña 2018-2019, señalan que la tasa de uso de semilla certificada es nuestro país es 12.07% referida a semillas de algodón, arroz, leguminosas de grano, maíz amarillo duro (MAD), maíz amiláceo, trigo, cebada, avena y quinua. Los cultivos con mayor uso de semillas de calidad certificadas son arroz (51.98%), algodón (14.47%) y MAD (4.88%, además de un 45.3% de semilla importada) y quinua (5.77%).
En ese sentido, para un mayor acceso de semillas de alta calidad se requiere brindar las condiciones para una mayor participación de los productores nacionales de semillas, fortalecer capacidades de los que ya existen y brindar incentivos de financiamiento para que un mayor número de empresarios agrarios inicien emprendimientos en producción de semillas, especialmente dirigidos a pequeños y medianos productores que abastezcan de semillas a sus regiones. Adicionalmente, de manera regional es importante que los sectores de la academia y de gobierno impulsen los sistemas regionales de semillas.
En cuanto al mayor uso de semillas de alta calidad, se considera que mejorando el abastecimiento de los sistemas regionales de semillas con variedades locales se logrará una mayor difusión de los beneficios del uso de semillas de alta calidad y por tanto su mayor disponibilidad a los agricultores.
Dato
. Para mayor información del II curso virtual “Introducción a la Ciencia y Tecnología de Semillas”, comuníquese al 998174923 / 924031405 o a los correos: fagroinforma@lamolina.edu.pe fagronomia@lamolina.edu.pe