(Agraria.pe) En el mundo de la agricultura moderna, el riego por goteo ofrece una de las formas más eficientes de gestionar el uso del agua y los nutrientes, garantiza una notable consistencia en los rendimientos y permite cultivar incluso en las regiones más afectadas por el estrés hídrico.
Sin embargo, en campos y cultivos de todo el mundo, se está gestando un problema silencioso —a menudo invisible hasta que ya es demasiado tarde—. Los sistemas dejan de funcionar, la presión se vuelve irregular, el caudal de los emisores disminuye y aparece variabilidad en los cultivos. Ese asesino silencioso tiene un nombre: el mantenimiento deficiente.
“A veces, son los detalles que se pasan por alto los que terminan afectando la eficiencia de un sistema de riego. La evidencia técnica y los datos de campo lo demuestran: el mantenimiento no debe verse como una carga, sino como una forma inteligente de proteger y optimizar la inversión realizada”, afirma Germán González, gerente general Regional de Rivulis para América del Sur y Centroamérica.
Beneficios de un mantenimiento eficiente
El lado positivo es el impacto del buen mantenimiento. Un estudio a largo plazo de la Universidad Estatal de Kansas demostró que los sistemas de goteo con mantenimiento constante mantuvieron un flujo y una uniformidad estables durante más de 27 temporadas (exactamente 26,5 años en este estudio), mientras que los que no se mantuvieron sufrieron una degradación significativa en su rendimiento.
Los Nueve Grandes: 9 Prácticas clave de mantenimiento para que los sistemas funcionen correctamente
Basado en años de experiencia en campo, auditorías de sistemas y retroalimentación de agricultores, Rivulis ha identificado nueve puntos críticos donde el mantenimiento marca la mayor diferencia:
La sal en exceso debe eliminarse de la zona radicular antes de que alcance un nivel que afecte seriamente el rendimiento. Afortunadamente, existen muchas técnicas de lixiviación de sales, que incluyen desde la consideración del lugar donde se colocan las líneas laterales hasta el momento y duración del riego.
Finalmente, el especialista afirma que el mantenimiento no es un costo — es protección. Los sistemas de riego por goteo solo rinden bien si se les da atención tras la instalación. Lo que más deteriora su rendimiento no es el paso del tiempo, sino la falta de atención.
“A menudo, es en los pequeños detalles donde se juega la diferencia entre un sistema eficiente y uno que pierde precisión. La información técnica lo respalda: el mantenimiento es una práctica estratégica para preservar el rendimiento del riego”, concluye González.
Para conocer más sobre un mantenimiento eficiente, se recomienda consultar material técnico como el Knowledge Hub y las Guías de Riego de Rivulis (ambas disponibles en es.rivulis.com/knowledge-hub/).