Gremio señala que las cooperativas y medianas empresas de café enfrentan obstáculos y sobrecostos en exportaciones a Europa.
(Agraria.pe) El horizonte por cuarto año consecutivo de pérdidas en la producción del café, debido a bajos precios en el mercado internacional, viene alentando la migración de miles de productores hacia zonas de cultivo de coca, en busca de trabajo que les permita sobrevivir y atender los costos de escolaridad de sus hijos, afirmó la Junta Nacional del Café (JNC) en un comunicado.
Según el gremio, desde fines de diciembre, pero con mayor frecuencia en los meses de enero y febrero, centenares de productores desfilan diariamente desde Satipo, Puerto Ocopa y Río Tambo, en la Selva Central, rumbo a las plantaciones de coca en la cuenca del Río Apurímac, en busca de empleo donde los salarios diarios oscilan entre 70 y hasta 120 soles.
Similar fenómeno se estaría dando con cafetaleros del Alto Mayo, en San Martín, rumbo al sur, hacia tradicionales pueblos cocaleros del Alto Huallaga, donde el rebrote de la coca se ha incrementado en los últimos años, coincidente con reportes recientes de Naciones Unidas y de USAID, como advirtió la JNC.
El documento recuerda que Naciones Unidas informó meses atrás que en 2017 la extensión de coca era de 50 mil hectáreas, mientras que en el año 2015 fueron 40 mil hectáreas, representando un incremento de 22%. Además, USAID estimó para en 2018 una producción de 491 mil kilos de clorhidrato de cocaína, para lo cual se requieren cultivar 76 mil hectáreas y una cosecha de 184 mil toneladas de hoja de coca seca.
El presidente de la JNC, Tomás Córdova, precisó que el mayor impacto del incremento de cultivos de coca lo está sufriendo Puno.
“Hace 10 años en Puno se cultivaban 9 mil hectáreas, con una cosecha de 160 mil quintales, pero el 2018 apenas se recogieron 40 mil quintales, en 2,800 hectáreas. Lo más grave es la indiferencia de las autoridades de todos los niveles a esta crisis económica, social y de seguridad. Por esto la gente tiene que abandonar los cafetales para sobrevivir en otros trabajos”, señala.
Amenazas y obstáculos a exportaciones
Córdova agregó que durante 2018 se han retenido liquidaciones de las ventas de café orgánico hacia Alemania, a la espera de certificaciones en laboratorios europeos de la carencia de trazas de glifosatos y otros insecticidas.
“Esta es una grave amenaza a las exportaciones de nuestro café a Europa a donde se destina el 65% del café peruano. Hemos demandado al Gobierno desde mediados de año adoptar medidas de urgencia, pero sin resultados de acciones de prevención”, dijo el dirigente cafetalero.
Detalló que en recientes eventos feriales en Europa se dio cuenta del rechazo a 10 contenedores de café orgánico de la Selva Central y del Nororiente, y la indefinición de ventas de otros 30 lotes que esperaban resultados de análisis.
“Resulta que las exportaciones de café y cacao están en serias dificultades, y no tenemos apoyo del Gobierno con acciones decididas para superarlas. En la práctica estas omisiones fomentan pobreza, desocupación, y la expansión de cultivos ilícitos”, advirtió Córdova.
Producción y precios 2019
La JNC apuntó asimismo que reportes de cooperativas y empresas acopiadoras evalúan que la producción podría alcanzar una cosecha de 6 millones 500 mil quintales, lo que significa un incremento de 7% en la cosecha del año pasado que llegó a 6’095,396 quintales.
La producción de 2018 se recolectó en 380 mil hectáreas, de las 425 mil reportadas en el censo agropecuario de 2012, en la medida que más de 40 mil hectáreas han sido sustituidas por otros cultivos, tales como cacao, coca y banano.
En relación al valor de exportaciones, refirió que seguirán por debajo de 700 millones de dólares, debido a bajos precios en el mercado internacional y obstáculos en la consolidación de contratos de venta. El año pasado el valor sumó 676 millones de dólares, por un volumen de 5 millones 656 mil quintales.