(Agraria.pe) La campaña de uva de mesa peruana 2024-2025 (que coloca a nuestro país en la cúspide de exportadores a nivel mundial) ha dejado múltiples aprendizajes, los cuales fueron discutidos durante un reciente weibinar organizado por Fluctuante. A propósito, Alejandro Cabrera, Cabrera, ejecutivo con amplia experiencia en el sector agroindustrial, participó del evento y resumió las ideas clave:
.Los principales retos productivos en los campos siguen estando ligados a condiciones ambientales: sequías, estrés hídrico, temperaturas extremas, suelos salinos.
.Sin embargo, factores como el incremento de costos de producción y los cambios regulatorios y de la demanda, cada vez se hacen una constante en los análisis de cierre de temporadas.
.Sin duda, el principal desafío de la temporada pasada fue el logístico: falta de contenedores vacíos, alta demanda de transporte terrestre, falta de confirmación de espacios en las naves, fueron una dolencia generalizada para el sector.
.A pesar del buen arranque en términos de precios, los últimos meses de la temporada fueron sumamente complicados, impactados por el incremento de la oferta.
.La uva sigue siendo un producto con una mayor participación y frecuencia de compra en los segmentos económicos de ingresos altos (realidad compartida en países como EE.UU., Japón y China).
.Perú culminó, una vez más, como el principal exportador de uvas de mesa a nivel mundial, con más de 83 millones de cajas de 8.2 kg, a pesar de no estar entre los principales productores del mundo de este cultivo (considerando Tm producidas).
.15 regiones del Perú (de un total de 24), producen más de 50 variedades de uva de mesa, a lo largo de más de 23.300 ha certificadas, de más de 130 empresas exportadoras.
.Nuestra oferta llega a más de 50 destinos internacionales y permite el ingreso de más de US$ 2.000 millones en divisas al país.
.La industria de uva de mesa genera desarrollo y empleos formales a más de 100.000 peruanos de las regiones productoras (logrando la verdadera descentralización del país), además de permitir un dinamismo de actividades de soporte y atención al sector (transporte, gastronomía, servicios, proveedores de atención directa al sector).
“No hay mayor duda, los datos son inobjetables: el Perú se ha consolidado como un referente del sector a nivel global, y nos permite tener más razones para sentirse orgullosos nuestro país”, concluyó.