30 septiembre 2025 | 10:50 am Por: Redacción

El precio promedio cayó alrededor de -16% en ese periodo, situándose en US$ 3.5 por kilo

Perú exportó 72.962 toneladas de espárragos por US$ 256 millones entre enero y julio de 2025, mostrando un aumento de 20% en volumen y 1% en valor

Perú exportó 72.962 toneladas de espárragos por US$ 256 millones entre enero y julio de 2025, mostrando un aumento de 20% en volumen y 1% en valor
El cultivo de espárragos en Perú se desarrolla en unas 28.000 hectáreas, concentradas principalmente en La Libertad, que representa alrededor del 50% del total; seguida de Lambayeque, con el 21%; e Ica, con el 20%.

(Agraria.pe) El modelo de exportación de espárrago por parte de Perú  se distingue por su capacidad única de producir y cosechar esta hortaliza durante los doce meses del año, lo que constituye una ventaja estratégica decisiva.

Mientras países europeos como España, Italia o Grecia tienen campañas limitadas a los meses de marzo a mayo, el Perú puede abastecer los mercados internacionales cuando la oferta local disminuye, aprovechando de manera inteligente las llamadas “ventanas comerciales”.

Esta estrategia de contraestación ha sido clave para consolidar la presencia en Europa y otros destinos, aunque requiere un alto nivel de inteligencia comercial y un respaldo institucional sólido que permita identificar y capitalizar estas oportunidades de forma anticipada y eficaz.

Actualmente, el Perú se ha consolidado como el segundo exportador mundial de espárragos, con presencia en más de 80 países y un rendimiento por hectárea destacable.

Durante la campaña del 2025, los resultados de enero a agosto han reflejado un panorama complejo. Los envíos alcanzaron aproximadamente 72.962 toneladas, con un valor cercano a US$ 256 millones, lo que significó un crecimiento de 20% en volumen pero apenas 1% en valor. Esta disparidad obedece a una caída del precio promedio de alrededor de -16% en el periodo, situándose en US$ 3.5 por kilogramo.

El aumento en volumen respondió a condiciones climáticas favorables que impulsaron la productividad. Pese a los precios bajos, el sector encontró cierto alivio en la reducción de la campaña europea, particularmente en España, donde las lluvias persistentes disminuyeron la producción local, lo que permitió a Perú sostener sus envíos y cubrir la demanda insatisfecha.

 

Actualmente, el cultivo de espárragos en Perú se desarrolla en unas 28.000 hectáreas, concentradas principalmente en La Libertad, que representa alrededor del 50% del total; seguida de Lambayeque, con el 21%; e Ica, con el 20%.

Aunque en Perú existe una tendencia general a reducir las áreas cultivadas debido a la caída de precios y a la búsqueda de cultivos alternativos más rentables en un contexto de cambio climático, aún hay empresas que mantienen su apuesta por el crecimiento, proyectando incorporar entre 100 y 150 hectáreas adicionales en el 2025. Se estima que, con ello, el volumen de producción para dicho año podría superar en más del 25% lo alcanzado en el 2024.

El sector enfrenta desafíos significativos. El principal es la presión sobre los precios, producto de la sobreoferta en mercados donde los productores locales gozan de ventajas logísticas, sumada al incremento de competidores que ajustan severamente los márgenes de rentabilidad. A esta situación se añaden los altos costos logísticos, en particular del transporte marítimo, que en ciertos meses puede llegar a encarecer hasta en US$ 2 cada kilogramo exportado. La competencia de México en Norteamérica y de España en Europa sigue siendo un factor determinante que limita la capacidad de expansión del espárrago peruano.

A pesar de ello, existen oportunidades notables que permiten vislumbrar un futuro prometedor. La adopción de tecnologías sostenibles, como el uso de energía solar en campos y plantas de procesamiento, no solo genera ahorros operativos, sino que constituye un diferenciador apreciado por los compradores internacionales.

La diversificación hacia mercados emergentes —como Brasil, donde los envíos se han triplicado en algunas empresas— muestra un gran potencial. Asimismo, la apuesta por certificaciones de alto valor —como la de “Cero Residuos de Pesticidas” (ZRP)— fortalece la competitividad al abrir puertas a mercados exigentes y consolidar una imagen de calidad superior.

En el escenario competitivo, México y España representan los principales retos para el Perú. El primero domina el mercado norteamericano gracias a menores costos de producción y una capacidad de suministro constante; mientras que el segundo refuerza su posicionamiento en Europa con una fuerte estrategia de promoción de sus variedades verdes y blancas, a través de campañas de gran impacto como “Te quiero Verde”.

De esta manera, la industria del espárrago peruano atraviesa un punto de inflexión: logra incrementar su volumen de exportación pero enfrenta una rentabilidad limitada por la caída de precios y los altos costos de transporte. Asegurar un futuro sostenible exige fortalecer la inteligencia comercial para anticipar con precisión las ventanas de mercado y diseñar estrategias de precios más efectivas; invertir en tecnología y sostenibilidad como vía para reducir costos y diferenciar el producto; diversificar de manera decidida los destinos de exportación, especialmente en Sudamérica y Asia-Pacífico; y fomentar una mayor coordinación entre productores, exportadores y autoridades con el fin de consolidar una estrategia comercial unificada que estimule la demanda global y mantenga al espárrago peruano en un lugar protagónico dentro del exigente escenario internacional.

 

Fuente: Fresh Fruit

 

Etiquetas: exportaciones , esparragos