(Agraria.pe) La acuicultura en el Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (Vraem) se consolida como una alternativa viable para la diversificación económica en la región. A través de una iniciativa impulsada por Devida, 866 familias están teniendo acceso a ingresos lícitos y sostenibles en 21 distritos de Ayacucho, Cusco y Junín, donde la piscicultura se ha convertido en una fuente estable de empleo y desarrollo local.
Enmarcada en la Política Nacional contra las Drogas hacia el 2030, Devida mejora la cadena de valor de la crianza de peces como el paco, la tilapia y la trucha, ofreciendo capacitaciones en aspectos clave como la siembra de alevinos, biometría, sistemas de alimentación, cosecha y comercialización. Gracias a estas acciones, los acuicultores logran una independencia económica que, a corto plazo, se traduce en mejores condiciones de vida para sus familias, siendo una barrera efectiva al avance del narcotráfico.
Además, Devida, a través de esta actividad acuícola, fomenta el consumo de pescado en mercados locales y en regiones como Ayacucho, Ica y Huancavelica, promoviendo diversas formas de preparación para estimular la demanda y enriquecer la oferta gastronómica basada en el pescado del Vraem. Este enfoque refuerza el potencial de crecimiento y la sostenibilidad de la acuicultura como actividad productiva clave en la región.
Fredy Aliendres Morote, piscicultor del centro poblado de Omaya (Pichari), compartió su experiencia: “Preparar los estanques y llevar un registro del crecimiento ha sido fundamental. Actualmente produzco alrededor de dos toneladas por campaña, las cuales vendo en mercados locales. Estas ganancias son cruciales para mi hogar y nos ayudan con la alimentación diaria”.
Esta iniciativa de Devida contribuye al desarrollo económico de las familias beneficiadas, y también promueve un bienestar integral en las comunidades del Vraem, destacando la importancia de la acuicultura como motor de cambio y sostenibilidad en la región.