(Agraria.pe) El norte del Perú se las arregla para sobrevivir mientras las carreteras están cerradas y no llegan las semillas para sembrar los productos que corresponden desde el sur del país.
Y es que, según explicó el biólogo Fidel Ángel Torres Guevara, en la sierra de Piura se siembra papa con semilla botánica y a partir de esto, se rompe la dependencia con la sierra del sur del Perú.
Es decir, “para sembrar papa existen dos métodos: uno es sembrando el mismo tubérculo que es lo que normalmente se hace; pero se necesita tonelada y media del producto para sembrar una hectárea y aprovechar el pequeño fruto de color rojo que tiene la flor de papa. Dentro de ese diminuto fruto hay unas pequeñísimas semillas que se les conoce como “botánicas” y son las que se siembran para que produzca el tubérculo”, indicó el biólogo.
Torres Guevara aseguró que la ventaja de este método es que se necesitan solo 50 gramos de semilla para sembrar una hectárea de papa, por lo que, ya no es necesario traer toneladas de papa del sur para la región Piura.
Pero existe otra consideración técnica muy importante, explica el investigador Fidel Torres: los Andes de Piura son de baja altitud y llueve bastante, por lo que se tienen insectos, hongos y virus que deterioran las variedades de papas de otros lugares. Entonces, en Piura están las condiciones para usar este tipo de semillas, aunque su cuidado es más exigente.
Piura, específicamente las provincias de Huancabamba y Ayabaca, son las únicas en el Perú que siembran papa con semilla botánica, aunque su uso aún no está muy extendido porque se requiere de un proceso de aprendizaje lento.
Sobre este punto, el biólogo refirió que sembrar papa con semilla botánica es más difícil (sobre todo los primeros 30 días porque la semilla está expuesta a plagas y malezas) dado que necesita de alta eficiencia y cuidado, y son las mujeres las que han demostrado gran capacidad en dicho trabajo.
Fuente: Cutivalú / Perú 21