04 diciembre 2025 | 10:13 am Por: Edwin Ramos | prensa@agraria.pe

Potencial por explotar

¿Qué le falta al Cusco para aprovechar todo el valor de la gran fibra de camélidos que produce?

¿Qué le falta al Cusco para aprovechar todo el valor de la gran fibra de camélidos que produce?
La región es hogar de una gran población de alpacas, llamas, vicuñas, que producen anualmente cientos de toneladas de fibra y carne, pero el valor que genera desarrollo está escapando del Cusco por deficiencias estructurales, señala Rock Chuquitapa Rojas, magister en Políticas Públicas y docente de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco.

(Agraria.pe) Cusco se posiciona como uno de los principales productores mundiales de fibra de camélidos, pero la mayor parte del valor generado por esta actividad no se queda en la región. Según Erick Chuquitapa Rojas, magister en Políticas Públicas y docente de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco, miles de familias en las alturas del departamento sostienen la economía rural a través de la crianza de alpacas, llamas y vicuñas, en un sistema ancestral y estratégico con un enorme potencial que aún no se ha consolidado.

Las cifras son contundentes: en Cusco existen 676.000 alpacas, 137.000 llamas y 20.000 vicuñas, que producen anualmente 293 toneladas de fibra y 1.800 toneladas de carne. Esta actividad mueve en la región alrededor de 42 millones de soles y permite el sustento directo de más de 15.000 familias. Sin embargo, la mayor parte de la riqueza generada se escapa fuera de Cusco.

El motivo principal, según explica Chuquitapa Rojas, radica en que la región produce, pero no transforma. Cusco carece de la infraestructura básica para industrializar la fibra: no existen plantas de lavado ni secado, ni laboratorios especializados, ni tecnología para el cardado, hilado o tejido, ni sistemas de clasificación por micras. Como consecuencia, la fibra sale en bruto, vendiéndose muchas veces a solo 15 soles el kilo, mientras que en otras regiones como Arequipa o Lima puede llegar a multiplicar su valor hasta por diez tras ser procesada.

La industrialización fuera de Cusco implica que otros sean quienes exportan y obtienen los mayores beneficios, mientras que los productores locales enfrentan limitaciones estructurales. Entre los factores que frenan el desarrollo del sector, el especialista señala el clima extremo que afecta la calidad del vellón, las brechas en sanidad, nutrición y manejo zootécnico, la dispersión de los productores con escaso poder de negociación, la falta de tecnología e industria local, y la ausencia de trazabilidad, diseño y certificaciones.

Pese a ello, el potencial de la cadena sigue siendo enorme. Chuquitapa Rojas propone varias acciones para transformar la realidad del sector: industrializar en origen mediante la creación de infraestructura para lavado, clasificación, hilado y confección; fortalecer la asociatividad entre productores para mejorar precios, volúmenes y calidad; potenciar el CITE Textil Camélidos con laboratorios, certificación, innovación y asistencia técnica; y construir una cadena textil regional que permita pasar de la fibra al hilo, del hilo a la prenda y de la prenda al mercado nacional e internacional.

"La fibra de camélidos del Cusco es una de las mejores del mundo. Pero mientras exportemos materia prima en vez de valor agregado, seguiremos perdiendo competitividad y oportunidades para nuestras comunidades. Cusco ya produce 293 toneladas de fibra al año; ahora necesitamos el siguiente paso: industrializar, transformar y exportar valor. Solo cuando la riqueza se queda en el territorio, también se queda el desarrollo", concluye Chuquitapa Rojas.

 

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