Especialista explicó que incremento de la frontera agrícola traerá consigo también la multiplicación de plagas y la necesidad de tener mayor cuidado con los cultivos, en donde hay que tener especial atención con los residuos químicos, factor de rechazo para las exportaciones.
(Agraria.pe) Se vienen años de mucho trabajo para los ingenieros agrónomos, sobre todo por la importante expansión de la frontera agrícola que experimentará el país cuando entren en operación los nuevos proyectos de irrigación en diversas zonas. Sin embargo, este crecimiento va de la mano con el aumento de un problema que afecta mucho al sector agroexportador: los problemas fitosanitarios.
El Ing. Pedro Pablo Martínez Silva, consultor de Atlántica Agrícola del Perú, sostiene que en el caso de los paltos, son dos males los principales que atacan a la planta: la mosca blanca y los ácaros. Una problemática que no siempre se enfrenta de la mejor manera.
“La mayoría de productores utiliza productos sintéticos, que tienen efectos negativos sobre la salud, el ambiente y las abejas, por eso, productos como Canelys son alternativas para combatir estas dos plagas (la mosca blanca y los ácaros) sin los inconvenientes de los otros productos”, señala el especialista.
Para Martínez, uno de los grandes problemas de los productos convencionales para control de plagas es que deben aplicarse, como máximo, con 60 días de anticipación a la cosecha para que no queden rastros químicos que luego sean detectados en los mercados destino a los que se exporten los productos, lo que ocasionaría la pérdida total de la mercadería.
“Los agricultores a través de los ingenieros a veces no encontraban alternativas confiables para evitar el problema de los residuos. Si un productor aplica un producto determinado, sintético, debe tener cuidado de no pasarse el periodo de carencia, es decir, el que transcurre entra la última aplicación y la cosecha, que muchas veces es de 60 días. Porque si ese producto tiene gran residualidad y se aplica, por ejemplo, 30 días antes de la cosecha, quedarán residuos en la fruta y los contenedores de la venta serán desechados. Canelys, que es totalmente orgánico, natural, a base de extracto de canela y que está registrado en Perú, ha sido probado con éxito en cultivos de vid, paltos, arándanos y pimientos, es una excelente alternativa para evitar situaciones como la descrita”, refiere.
Este control es especialmente relevante pues además de la necesaria inocuidad, se sabe que mercados exigentes como Europa y Estados Unidos son muy observadores de la apariencia de la fruta, algo que insectos y hongos dañan al dejar manchas en el producto, una razón más para el rechazo del cargamento.
Portafolio y perspectivas
En otro momento, el Ing. Pedro Pablo Martínez comentó que Atlántica ha desarrollado otros productos –además el ya mencionado Canelys-, para control de nematodos en paltos, vid y cualquier otro cultivo; para control de botrytis; productos biológicos, como las enmiendas en base a ácidos foliares a base de calcio y boro, entre otros. Todo este portafolio está enfocado en el desarrollo de una agricultura más sana, tanto para el agricultor que exporta como para el que se enfoca en el mercado local.
Asimismo, consideró que el momento de la agricultura peruana es muy bueno y expectante, lo que incentiva a la industria de productos para el cuidado de cultivos como Atlántica, donde ve una clara tendencia hacia el reemplazo de los químicos por alternativas de formulación natural. “Antes los ingenieros se encontraban con que la plaga atacaba los cultivos y ya no estaban en tiempo de poder usar químicos, pero ahora tienen alternativas naturales. La inocuidad es algo que cuidan mucho los mercados exigentes. Se puede perder mucho dinero con los plaguicidas. Es lo que sucedió con la quinua hace un par de años (un cargamento fue devuelto desde Estados Unidos por superar los límites de residuos químicos en el 2014), con nuestros productos podemos garantizar que se eviten situaciones como estas”.
Dato
.Atlántica Agrícola trabaja hace seis años en el Perú, tiene su sede principal en España, donde se elaboran los productos. También cuenta con una planta formuladora en Honduras para extractos botánicos y productos biológicos.
