(Agraria.pe) La trayectoria de BASF a nivel global supera el siglo y medio de operaciones; y en Perú va por los 65 años, con una cantidad ingente de inversiones y proyectos innovadores para la agricultura y otros diversos sectores de la economía.
Jorge Soriano, gerente de país de la división Soluciones para la Agricultura de BASF Peruana, pondera el portafolio robusto con el que cuenta la empresa tanto para cultivos de agroexportación como para los tradicionales. “Siempre estamos atentos a las necesidades del sector”, subraya.
Hoy, dice, ya no se puede hablar exclusivamente de la uva como único cultivo de interés, sino que han surgido muchos más como la palta, arándanos, cítricos, que comparten similitudes en cuanto a las necesidades de tratamiento para enfermedades, entre las que se pueden encontrar el Oidium, Botrytis o Alternaria.
Portafolio y compromiso sostenible
Para cumplir siempre con la alta expectativa que generan, la innovación constante es clave. Así, el año pasado BASF lanzó su nueva molécula Revysol®, con una gran capacidad móvil para controlar incluso algunas variantes y/o mutaciones de enfermedades por la flexibilidad de la molécula. También productos como Bellis®, de amplio espectro; o QL Agri® 35 SL, un insecticida o coadyuvante biológico y el ingreso de Serifel®, complementan programas químicos y potencian el manejo en cultivos orgánicos.
Soriano tiene claro que la sustentabilidad es parte de la política integral de la empresa. De hecho, señala que BASF se ha trazado para el 2030 reducir sus emisiones globales de gases de efecto invernadero en un 25% en comparación con 2018, lo cual se alcanzará “sin disminuir operaciones, sino en base a más eficiencia”. Y la meta para el 2050 es más ambiciosa: cero emisiones a nivel global y una inversión de no menos de US$ 1.000 millones.